Lexmark ha anunciado la salida del mercado de las impresoras de inyección de tinta y el despido de 1.700 empleados, el 13 por ciento de su plantilla.
Lexmark se centrará en los modelos de impresión láser y en la gama alta de la imagen y software, aunque seguirá ofreciendo suministro, servicio y soporte a su amplia base instalada de clientes.
Una división y tecnología de inyección de tinta que pretende vender según el anuncio, aunque en todo caso la fábrica principal en Filipinas se cerraría en 2015.
La compañía, antigua spinoff procedente de IBM no ha podido aguantar la competencia de los gigantes mundiales de la impresión: HP y Canon.
