Aunque Microsoft lo ha desmentido en varias ocasiones, son múltiples los rumores que hablan de la futura comercialización de un smartphone propio por el gigante del software, bajo la marca Surface.
También lo cree, y lo teme, su principal socio, Nokia, que en un comunicado a la SEC estadounidense explica claramente a los inversores su preocupación ante la posibilidad de perder la alianza con Microsoft:
«Podemos hacer frente a la creciente competencia de otros fabricantes, incluyendo Microsoft, que ya producen o pueden producir productos competitivos basados en Windows Phone», comienza el informe, haciendo gala de la presencia de la marca en el mercado de ‘smartphones’.
«Al elegir adoptar Windows Phone como nuestra plataforma de ‘smartphone’ primaria, tuvimos que renunciar a alternativas más competitivas logrando una mayor y más rápida aceptación en el mercado de teléfonos inteligentes. Si los beneficios de la alianza Microsoft no se materializan como era de esperar, las alternativas más competitivas no pueden estar disponibles para nosotros a tiempo, o completamente».
Más claro, imposible. Si Microsoft comercializa su propia línea de teléfonos móviles inteligentes es muy probable que Nokia rompa la relación exclusiva que mantiene con Microsoft y que ya le cuesta dinero.
Con Symbian nada competitivo en la gama alta y tras abandonar el desarrollo de MeeGo la ‘alternativa competitiva’ que cita Nokia tiene un nombre: Android.
