Si el mundo de la tecnología discurre a una velocidad aumentada respecto a lo que percibimos en la vida real, esa en la que andamos, comemos y nos rascamos, el mundo de la seguridad informática es caso aparte. La vida profesional de los desarrolladores de software transcurre entre la programación de soluciones y nuevas características y la resolución de fallas de seguridad. Mientras tanto, el usuario permanece expectante a los cambios sin entenderlos siquiera.
En el punto intermedio se encuentran los responsables técnicos de empresas y organizaciones, encargados de hacer las veces de eslabón entre los desarrolladores y el usuario final, muy especialmente en lo que a la seguridad del sistema se refiere. Quién si no va a aplicar los parches y actualizaciones correspondientes, poner en marcha las políticas de seguridad, etc.
Así, no es de extrañar que muchos responsables TIC se encuentren desbordados en su día a día, y es que son pocas las empresas medianas y pequeñas que actualmente cuentan entre sus filas con expertos dedicados a preservar la seguridad de sus infraestructuras. Lo pudimos comprobar hace poco con datos contundentes.
El ritmo actual demanda, ante todo, información en tiempo real y de flujo constante. No te puedes dormir un minuto, porque en ese océano que es Internet los tiburones están al acecho. Así es como cobran sentido de manera destacada soluciones de canal como la que ofrece Sophos, arropada por un gran catálogo de productos y servicios que, no obstante, no ofuscan el hecho verdaderamente crucial llegados a este punto: eliminar la complejidad.
En otras palabras, eliminar la complejidad significa soporte, pero también formación, clave para una seguridad sobresaliente. El primer paso, informarse:
