Los consumidores aceptan de buen grado la publicidad y/o marketing con humor. De hecho, muchas empresas lo han utilizado para lanzar sus campañas pero pocos son los casos que realmente han conseguido ser virales y traducir esas risas en ventas. Aún así, es un recurso para apelar a los sentimientos y conseguir, al menos, estar en la mente del posible cliente.
Provocar una sonrisa es complicado pero si encima queremos mantener esa línea en el tiempo, la tarea se volverá mucho más ardua. Sin embargo, existen compañías tecnológicas que han conseguido que el tono coloquial que roza el humor se convierta en su leitmotiv con el que desengranan todas sus campañas comerciales.
Es evidente que el marketing con humor no cuaja en todo el mundo igual. Algunos se ríen por cuestiones que a otros no le hacen ninguna gracia. No solo depende de la personalidad de cada uno sino también de su entorno y perfil de consumidor.
Aunque no siempre garantizan el éxito, es verdad que existen unas «reglas» que determinan que puede llegar a ser gracioso y que no. Un humor que puede conseguir que los consumidores presten más atención, que compartan el contenido y llegando más lejos, que hablen sobre ello con sus amigos dejando caer de por medio una marca.
Pero ¿Cuáles son esas reglas? ¿Cómo tratan las empresas el marketing con humor? ¿Qué han conseguido algunas corporaciones con este recurso? ¿Es realmente útil? Os presentamos algunos casos dentro del mundo tecnológico que se han hecho notar y que nos pueden dar las claves.
Yoigo, el cachondo
Bajo el mensaje de «Verdad, verdadera», la OMV ha creado una imagen de operadora graciosa y cercana, sobre todo, a un público joven quizás más propenso a ser su cliente. Con ese objetivo se han creado anuncios como el que os dejamos a continuación.
Pero la operadora no solo utiliza este tipo de mensajes, en su publicidad. El tono cómico lo lleva hasta el extremo y así podemos ver en la tienda de su página corporativa como presentan los móviles de la siguiente forma:
Pero lo importante es ¿cala el mensaje? A juzgar por el último balance anual de la compañía, podemos decir que sí. La operadora de Telia Sonera consiguió en 2012 un negocio de 995 millones de euros con más de 3,7 millones de usuarios, un 22% más que el año pasado.
Media Markt, el extremista
Quizás uno de los que lleva más al extremo el tono humorístico es Media Markt. La compañía, sobre todo, en el Twitter es conocida por los casos que ha protagonizado donde el humor ha rozado el mal gusto. Aún así, la estrategia de «habla de mi sea bien o mal» le funciona.
El último «gran momento» protagonizado por los Community managers de Media Markt fue el pasado, 24 de noviembre. En un alarde de ingeniosidad, los responsables de la cuenta contestaron de la siguiente forma a un tweet oficial de la Policía.
.@policia Nos parece una idea brillante, ahora sólo falta cuidar que no se cace animales.
— Media Markt España (@MediaMarkt_es) noviembre 24, 2013
Sin juzgar si realmente es ético o no, lo cierto es que Media Markt ha conseguido crear una historia «graciosa» dentro y fuera del mundo Twitter. Un mensaje que ha conseguido posicionarle en el mercado de electrónica de consumo donde otras cartas de su propia baraja han caído. ¿Significa esto que funciona? Juzguen ustedes mismos.
PC Componentes, el oportunista
Pero no todos utilizan el humor de forma continua. La tienda murciana, PC Componentes, emplea el reclamo humorístico de forma puntual. Así, crea campaña concretas donde el humor es la base para seguir vendiendo.
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Tampoco le han ido mal las cosas a PC Componentes. Con unos 456.000 clientes registrados y una media de 20.900 pedidos al mes hace poco más de un año, la tienda on-line sigue creciendo a buen ritmo.
Otros ejemplos puntuales
Al igual que PC Componentes, otras compañías utilizan el humor de forma puntual en alguna de sus campañas. A continuación os dejamos dos ejemplos de Panasonic y Sony donde pretenden sacar una sonrisa al consumidor. ¿Lo consiguen?
¿El humor funciona?
Aunque no hay una respuesta clara a esta pregunta, lo cierto es que las dosis adecuadas de un mensaje optimista y agradable siempre ayudan. Sin embargo, hay que tener muy claro donde acaba el humor y donde empieza el mal gusto sino queremos ser criticados negativamente.
Aún así, probar con el humor es una opción que siempre está ahí. Podemos ser cautelosos y hacerlo de forma puntual con una acción o utilizar el humor como base de nuestra estrategia publicitaria. ¿Te animas?
