Durante el último trimestre de 2013 se vendieron más de 78 millones de tablets en todo mundo. Una cifra que puso en manos de millones de clientes un dispositivo de estas características. Pero ¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Se convertirán en clientes recurrentes estos usuarios? ¿Cómo son estos consumidores?
Las previsiones para este mercado son muy optimistas y la tendencia alcista es innegable. Los números crecieron del tercer trimestre al cuarto de 2013 un 25%. Los pronósticos espera que el año que viene se vendan más tablets que PCs. Un porvenir que posiciona las ventas en algo más de 300 millones de tablets.
Todo el mundo tiene claro que las tablets son un negocio de futuro. Durante las navidades pasadas solo en España se esperaba una demanda de un millones de tablets. Pero ¿Qué pasa con los clientes? ¿Cómo el cliente de este tipo de productos? ¿Necesita más de un tablet?
Antes de desglosar al cliente tipo debemos diferenciar dos panoramas: consumo y corporativo. Dos terrenos donde los tablets han penetrado de forma desigual y las necesidades y productos son muy diferentes. Veamos los dos terrenos:
Cliente corporativo
El iPad es el rey de las tablets para empresas. 9 de cada 10 usuarios corporativos de tablets cuentan con un modelo de Apple en sus manos. Un porcentaje de consumidores que todavía es muy limitado –algunas encuestas hablan de que un 34% dispone de un tablet corporativo, aunque la cifra puede variar mucho dependiendo de sectores y países- que se suele restringir a altos directivos y responsables de negocio.
Los tablets todavía son un elemento nuevo en el espacio de trabajo. De hecho, solo el 2% de los usuarios corporativos de tablets se limitan a usar el tablet para sus laborales. Tareas más cotidianas son mirar el correo, navegar por Internet, utilizar aplicaciones de ofimática, almacenar archivos y para consultar redes sociales. Todo ello, sobre todo, cuando se está de viaje.
Así, el cliente corporativo de tablets es un usuario, sobre todo, móvil. Un perfil que necesita un dispositivo donde llevar gran parte de su negocio y seguir funcionando allá donde esté. Todo ello sin tener tan en cuenta el precio. De ahí que la gama alta, es decir, el iPad gane la batalla.
Cliente consumo
Android es el rey en el consumo de tablets. El 61,9% del mercado es para este sistema que ha penetrado con fuerza en el cliente final. Google ha sabido explotar su monopolio en el mundo smartphone y trasladarlo a los tablets donde los usuarios disfrutan de una experiencia muy similar.
A diferencia del mundo corporativo, el consumidor final es mucho más dinámico y versátil. Sin embargo, su presupuesto es mucho más ajustado y sus necesidades menos restrictivas. Por ello, los modelos de 7 y 8 pulgadas son el anillo perfecto para este tipo de público.
Sin embargo, con el auge de los tablets de bajo coste, los consumidores están apostando cada vez más por modelos con mayor pantalla, unas especificaciones más básicas y un precio bastante ajustado. Navegar, jugar y visitar redes sociales son sus principales focos de uso.
¿Clientes recurrentes?
La oportunidad de negocio está ahí. El boom de los tablets es más que evidente. Pero no porque haya muchos clientes dispuestos a repetir en la compra de tablets, sino porque todavía hay muchos potenciales consumidores a los que llegar. Y ese es el verdadero motor del sector.
Una encuesta de Kantar entre consumidores de tablets estadounidenses confirma que los tablets no son una compra recurrente. El 53% de los clientes de tablets no tienen intención de comprar otro en menos de 12 meses, mientras que el 34% está inseguro.
No obstante, hemos adelantado camino. En 201o, cuando se lanzó la primera generación de iPad, solo el 4% de los encuestados -sin tablet- desconocía que era este dispositivo mientras que el 67% no estaba seguro de querer uno en los próximos 12 meses. La diferencia demuestra un mercado mucho más maduro.
Consumidor poco recurrente en hardware pero potencial en apps y software
En definitiva, cuando un cliente tiene un tablet en sus manos -ya sea corporativo o de consumo-, es complicado que apueste por la compra de otro. No porque esté descontento con la compra sino porque no necesita más. Estamos, entonces, ante un consumidor poco dado a compras repetitivas de hardware pero con un potencial consumidor de aplicaciones y software.
Pero, quizás lo más importante, es que los propietarios de una tablet con un comprador en potencia. Cada vez se utiliza más este dispositivo, junto a los smartphones, para realizar compras on-line. Una reto y oportunidad a parte iguales.
Imágenes | Shutterstock
