Muchos se ha habla de la impresión 3D. Algunos incluso ya le han buscado utilidades a un negocio que recién comienza a tener su espacio comercial. Un negocio que desde Canalys se vaticina que llegará a los 16.200 millones de dólares en 2018 gracias al impulso de los fabricantes.
Aunque ya hemos visto algunos pinitos, es cierto que todavía la impresión 3D es un segmento muy pequeño dentro del mercado. No obstante, Canalys calcula que el año pasado este sector llegó hasta los 2.500 millones de dólares en ventas a nivel global. Unos números quizás demasiado elevados si vemos que en la realidad no hay tanta demanda.
Por su parte, los ejecutivos de HP estiman que las ventas mundiales de impresoras 3D y el software relacionado con estos servicios crecerán hasta alcanzar los 11.000 millones de dólares en 2021. Unos valores bastante más realistas pero suficientemente importantes como para comenzar a tenerlos en cuenta.
Impresión 3D, negocio ¿presente o futuro?
Muchos se ha hablado de si 2014 será el año de la impresión 3D. De momento, empresas como HP ya han asegurado que se integrarán en este terreno para explotar su potencial comercial. En junio parece que veremos los primeros modelos y un ambicioso plan de marketing a su alrededor.
Mientras tantos, otras compañías como la española bq ya tiene modelos en el mercado destinados al consumidor final. De hecho, por poco más de 1.600 euros se puede conseguir una de sus impresoras para elaborar piezas en tres dimensiones.
Aunque hay alguna compañía más que distribuyen impresoras 3D, lo cierto es que todavía es un segmento muy minoritario pero con grandes pronósticos de futuro. En este sentido, Tim Shepherd, analista senior de Canalys comenta:
«Estamos en un momento de inflexión para el mercado de impresión 3D. Después de toda la publicidad sobre cómo puede crear objetos reales, debemos ver que es un sector en plena evolución que todavía está en su infancia. Tendremos que ver la evolución y cómo se implican los grandes como HP y otros actores que llegarán con productos más elaborados y sofisticados».
Así, pese a que la impresión 3D es una cuestión presente, lo cierto es que es un sector que necesita un poco de futuro para conseguir esos impresionantes números y ser aplicado. Todo ello con el apoyo del canal, fabricantes y por supuesto, clientes finales.
