Desde que en 2011 el gigante del software empresarial lanzará SAP HANA, ha pasado tiempo más que suficiente para hacer una valoración de cómo se ha comportado la solución. Una situación con muchos retos de negocio por delante, según el análisis del grupo americano de usuarios de SAP.
La encuesta, realizada entre empresas y socios de SAP, revela que la solución tiene hilos pendientes. El 75% de las corporaciones no encuentra argumentos para asumir el coste debido a la inversión necesaria en formación, estrategia y actualización. Los partners, por su parte, reclaman más casos de éxitos para hacer ver a los clientes que esa no es la realidad.
Tanto es así que el futuro de SAP HANA se ve gris. Algo menos del 75% de los consultados no ven la necesidad de implementar la solución porque consideran que no tienen suficiente soporte. De momento, en cinco o más años no se plantean el cambio.
Sin embargo, al hablar de beneficios unos pocos encuestados lo tienen claro: SAP HANA ayuda a ahorrar costes (34%) y ayuda a innovar en las finanzas (25%). El resto considera que tiene un valor para el negocio pero no sabría definir cuál es.
La situación de SAP HANA
Este informe no deja en el mejor lugar a una de las soluciones, presentadas como estrella, de SAP. Una opción tecnológica que necesita demostrar el valor que da. Tanto clientes como socios no tienen claro que su gestión empresarial pase por SAP HANA y ese es un pequeño gran problema para la corporación.
Sin embargo, SAP HANA potencia los resultados de la compañía con sus seguidores. Unos 3.600 clientes utilizan la solución a nivel global mientras que unos 1.200 usan la Suite, lanzada en enero de 2013. De estos proyectos, el 60% son gestionados por partners de la casa que todavía tienen dificultades por hacer entender que la nueva era pasa por esta solución.
