Samsung ha anunciado el lanzamiento en diciembre de sus gafas de realidad virtual Gear VR.
La realidad virtual en productos de consumo es otro de los sectores de próxima explotación y siguiendo la tendencia iniciada por las Oculus Rift, grandes tecnológicas como Samsung pretenden engancharse al carro.
Las Gear VR son menos engorrosas que las Oculus Rift aunque todavía tienen un tamaño considerable. Como se esperaba, para su funcionamiento emplea terminales Galaxy (al menos el Note 4) conectados a las gafas mediante una conexión 3D.
Con esta estrategia Samsung espera introducir de manera más fácil su idea en el mercado, bajando los costes a través de un aparato que es más bien un casco adaptador que un dispositivo entero aunque pierda la compatibilidad de un dispositivo independiente.
Las imágenes ofrece la sensación de una pantalla de 96 pulgadas y se muestran con un retraso de solo 20 ms., clave para que lo que veamos “parezca” real.
Samsung anunció acuerdos con desarrolladores y proveedores de contenido como DreamWorks, Harmonix, Vevo y Temple Run, entre otros, y en el lanzamiento ofrecerá software propio y también de Oculus.
Un segmento todavía en pañales pero de gran futuro y mercado en los próximos años.
