Espacios con Wi-Fi, aplicaciones para geolocalizar servicios, tecnología para ahorrar en el alumbrado o gestionar trámites municipales. Las ciudades inteligentes ya son un presente que se espera que en los próximos años se conviertan en un negocio que evolucione al alza con el auge del Internet de las cosas.
Las ciudades necesitan a la tecnología como los partners necesitan a las ciudades. Esta relación de reciprocidad hace que los proyectos con la administración pública vuelvan a coger ritmo, según nos han avalado integradores y proveedores con los que hemos hablado durante estos últimos meses.
Los ayuntamientos quieren tener más información sobre sus ciudadanos, coordinar el transporte público vía GPS o mejorar el tráfico. Y para conseguir estos objetivo hace falta compañeros de viaje tecnológicamente preparados. ¿Cómo podemos ayudar los proveedores de servicios? ¿Qué áreas son claves para las ciudades inteligentes?
Big Data
Prácticamente todas las mejoras de las ciudades inteligentes tienen mucho que ver con la información. Contabilizar el tráfico en tiempo real, trámites administrativos, nuevos servicios al ciudadano, gestión de los trabajadores públicos…Todas estas nuevas aplicaciones se basan en millones de datos que necesitan estar analizados, estructurados y compartidos correctamente para conseguir buenos resultados.
Y todo ello es tarea del proveedor de servicio que debe dar una solución Big Data adaptada a cada uno de los proyectos. De hecho, en la mayoría de los casos son herramientas desarrolladas ad hoc por que cada una de las poblaciones tiene un tamaño, tipología de habitantes y necesidades.
Infraestructura
Internet de las cosas y la red de conexiones que necesitan las ciudades inteligentes para funcionar no serían posibles sin una buena infraestructura. Podemos tener mucha información y una gestión correcta pero sin una red que lo soporte, nuestro servicio será nulo.
Si, por ejemplo, proveemos de una solución para que una ciudad tenga una red de semáforos que va variando el tiempo de espera según el tráfico en cada una de las calles, tendremos que asegurarnos que tenemos una red que conecte todos los dispositivos.
Seguridad
Otro de los grandes desafíos de las ciudades inteligentes en la protección de datos y su privacidad. Es fácil que con las grandes infraestructuras que se deben desplegar y toda la información que se maneja, haya agujeros de seguridad que pongan en peligro datos personales de ciudadanos o la administración.
De ahí que todas las soluciones que se desplieguen para las smart cities deben estar dotadas de las máximas medidas de seguridad que, por ejemplo, den diferentes accesos según la tipología de usuarios o neutralicen cualquier tipo de ataque o amenazas.
Muchos retos por delante
Viendo estos tres parámetros que hemos destacado, vemos que las ciudades inteligentes tienen muchos retos por delante. Ya no solo desafíos en los que las administraciones tienen que invertir para dar servicios y mejorar aspectos cotidianos, sino también por parte de los proveedores.
Precisamente son los partners tecnológicos lo que deben demostrar hasta donde puede llegar el uso de la tecnología y todo lo que se puede conseguir con soluciones adaptadas a cada una de las necesidades. Una oportunidad con negocio que necesita mucho valor añadido para funcionar.
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