Hablábamos hace unos días del crowdfunding como una manera nueva de vender donde son los usuarios los que deciden si un producto sale al mercado o no. Un formato que ha aupado curiosos proyectos y ha demostrado qué quieren los consumidores. El último gran éxito es el de Pebble.
El último proyecto lanzado por Pebble ha conseguido recaudar 3 millones de dólares en tan solo 2 horas. A estas horas la inversión en el Pebble Time ya supera los 4 millones de dólares. Un éxito sin igual en la plataforma de crowdfunding. Su CEO, Eric Migicovsky comentaba al respecto:
«Tenemos buenas noticias para los que han confiando: vamos a incrementar el número de Pebble Time para que estén disponibles a partir de mayo. Hemos cambiado el nivel de recompensa a 30.000 unidades por 179 dólares. Cuando se agoten, haremos otro envío en junio».
Pero no es el único hito que ha conseguido la start-up estadounidense de relojes inteligentes gracias al crowdfunding. De hecho, su historia está plenamente marcada por este fenómeno. Pebble lanzó a través de Kickstarter el primer modelo smartwatch en 2012. Con los 10 millones de dólares que consiguió en esta primera oleada comenzó la carrera de éxito.
Aunque no tenían la marca de Samsung para abordar el nicho de los relojes inteligentes, Pebble ha conseguido hacerse notar. Cuando Best Buy puso a la venta el primer smartwatch de la casa en 2013, tan solo tardó 5 días en quedarse sin inventario. Al millón de unidades vendidas llegó en un año.
La trayectoria ha sido alcista para Pebble. Los consumidores lo han querido así y han creado una comunidad para alzar los proyectos récord de la marca. Una fórmula que se traslada a la realidad con unos modelos de media más baratos que la competencia y con especificaciones interesantes como la autonomía de 7 días.
Con este ejemplo vemos que, más allá de lo que nos pueda parecer el crowdfunding, ya se ha convertido en una forma más de alentar nuevos proyectos y conseguir captar la atención de un público cada vez más exigente. ¿Qué te parece?
