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Rediseño web: en qué aspectos pensar

rediseño_webEn Internet todo va muy rápido. Tanto que lo que hoy parece moderno, mañana será anticuado. Y es ahí donde, como representantes de la tecnología, debemos estar atentos. En la medida de lo posible, nuestro reto debe ser tener una presencia on-line digna del canal de distribución tecnológico.

Así, pensar en el rediseño web es un paso casi obligado si llevamos un tiempo con la misma tienda on-line o página web corporativa. Si estás en ese momento de cambio o tu empresa se plantea una renovación, es necesario tener claro varios aspectos:

Definición

Lo primero que nos tenemos que plantear es qué queremos que sea nuestra página web. No es lo mismo plantear un proyecto de una tienda on-line, una página de atención al cliente o simplemente una web de información corporativa. Cualquiera de las opciones o su combinación requiere unos recursos y estructuras diferenciadas.

Así, definir qué queremos o quiere el clientes es el primer paso. Un paso vital para conseguir el objetivo. A partir de ahí podremos seguir planificando el resto: contenidos, opciones para el usuario…

Futuras actualizaciones

Quizás pensemos que nuestra web no va a recibir más de 100 visitas al día. Pero ¿Y si un día esas visitas se multiplican por 10? ¿Estamos preparados? Tenerlo muy en cuenta será clave para evitar posibles problemas en un futuro.

Planificar un plan de actualización de servidores ante posibles subidas de tráfico o ante aumentos de los contenidos que subamos a la plataforma web, por ejemplo, nos ayudará a prevenir. La famosa escabilidad llevaba al mundo del hosting o servidores.

Foco en cliente

El usuario debe ser el objetivo de toda la acción de rediseño web. Él es el que va a recibir los impactos y finalmente se convertirá en el cliente o no. Por ello, debe ser el eje de la estrategia. Pensando en él es necesario ubicar los elementos dentro de la web, ofrece información útil y darle el plus que puede ir buscando.

Para conseguir que el impacto sea positivo y realmente consigamos llegar al cliente, podemos hacer pruebas de concepto con diferentes usuarios para ver el alcance de lo que, a priori, nos puede parecer un gran idea pero quizás luego, en la práctica, no lo es tanto.

Diseño responsive

En plena era de la movilidad, contar con un rediseño web responsive es obligatorio. No es lo mismo ver una web desde un smartphone o un tablet y por tanto, no podemos ofrecer los elementos de la misma forma. Contar con este aspecto esencial nos ayudará a encauzar el tráfico de todos los usuarios, independientemente del dispositivo desde el que accedan.

Tiempos

Hay dos tipos de tiempos que hay que tener en cuenta: por un lado, el tiempo de ejecución del rediseño y por otro, la velocidad de la web.

Si hablamos del primero, debemos tener en cuenta que la web es algo vivo. El mítico «Estamos construyendo la página» de los 90 no es una razón para dejar a los internautas sin información. Por ello, debemos buscar planes alternativos para que el rediseño web afecte lo menos posible.

Al hablar de la velocidad web, tener en cuenta que los usuarios cada vez son más exigentes, no hará cuidar muy mucho la fluidez del sitio web en favor de una buena experiencia.

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