Con cada vez más vídeo, imágenes e información en general que procesar y tener en cuenta, los procesos de negocio se complican. Sin embargo, las complicaciones nunca son buenas consejeras y ayudan a que los clientes vuelven a otras empresas más «sencillas».
Así, hacer que nuestro negocio sea sencillo es básico para vender más. Sencillo no tienen por qué significar simple sino fácil de utilizar de cara al cliente final pese a que la infraestructura interior sea compleja. Y esto es lo más complicado de conseguir.
No obstante, los clientes lo reclaman. Según The Global Brand Simplicity Index 2014, el 38% de los consumidores pagan más por una experiencia sencilla. De hecho, el 70% recomienda las marcas que les ponen facilidades en sus compras. La conclusión es clara: lo sencillo también vende.
70% de los clientes recomiendan marcas sencillas para comprar
Amazon, paradigma perfecto
En el estudio anteriormente mencionado Amazon está en la décima posición. Un buen lugar que acredita que la estrategia simple de la compañía de Jeff Bezos es valorada. Opciones como la compra a un clic o el buscador inteligente han ayudado a la tienda a estar en el podio de los más grandes en venta on-line.
No es el único. Apple y su tienda de aplicación al igual que su homóloga de Google son plataformas tan sencillas que hasta algunos niños han comprado apps con la cuenta de sus padres. Y en parte, ahí está el éxito de su popularización.
De hecho, son las empresas más disruptivas las que consigue atraer a estos usuarios cansados de los trámites complejos de las tradicionales. Compañías que comenzaron haciendo algo diferente para facilitar la vida de los usuarios. Muchos más ejemplos los tenemos en start-up colaborativas como Uber.
Qué tener en mente
Viendo estos casos y la percepción de los clientes es evidente que trabajar para que nuestros procesos sean más sencillo es una tarea vital. Pero ¿Cómo? La propia tecnología nos puede ayudar y sino siempre podemos echar mano de las ideas de los grandes que ya lo están haciendo.
Google, IKEA o Amazon son ejemplos de primera línea. Ver cómo cada una de ellas gestiona tanto su apartado on-line como off-line nos aportará una experiencia extra a extrapolar; la gestión de logística de IKEA, los servicios corporativos de Google o la propia tienda on-line de Amazon son espacios que investigar.
Además, siempre tenemos que tener en cuenta que la propia tecnología es nuestra amiga. Hay miles de soluciones de emprendedores que nos pueden facilitar mucho la tarea dejando «todo el trabajo duro» en sus manos para ofrecernos un interfaz idóneo para nuestros clientes. ¿Por qué no utilizarlas?
Tampoco podemos desechar el feedback de nuestros clientes. Aprovechar a los más cercanos para hacer pruebas piloto con opciones más sencillas o analizar nuestro negocio con los ojos inexpertos de familiares o amigos nos ayudará a tener otra visión que nos ayude a mejorar.
¿Estás preparado para tener un negocio más sencillo? ¿Crees que la sencillez es un factor tan clave para la venta?
