Los tablets no pasan por su mejor momento pero siguen siendo un reclamo de ventas para muchos públicos. Sin embargo, no todos tienen las mismas necesidades ni necesitan el mismo dispositivo. De ahí que tener claro la fórmula más adaptada para cada usuario, nos ayudará a vender más y mejor.
Aunque es evidente que el cliente manda y toma la decisión final, hemos recopilado los tres sistemas predominantes en el sector tablet para hacer un pequeño análisis. Cada uno con sus peculiaridades, ventajas y desventajas, puede ser la mejor opción dependiendo para quién:
Windows, trabajo y nube
Microsoft ha hecho un trabajo de concienciación para que los fabricantes saquen sus tablets con Windows. Unos frutos que han puesto en el mercado diferentes modelos con rangos de precios y características pero que cuenta con similitudes en cuanto al tipo de público al que se destinan.
Aunque todavía la compatibilidad con el Windows de escritorio no es total, Windows 8 y el próximo Windows 10 harán que dará igual el dispositivo en el que trabajar. Una ventaja para usuarios profesionales que necesitan tener la misma experiencia y/o sincronizar sus herramientas corporativos desde una tablet.
Los tablets Windows tienen la función multitarea más avanzada del mercado. Por ello, son el dispositivo perfecto para amantes del trabajo en varios programas y aplicaciones. Además, el impulso de la nube hará que las labores sean más colaborativas.
Sin embargo, es cierto que el universo de aplicaciones de Windows no tiene parangón con el de Android o iOS. Pese a que tenemos una gran cantidad de apps de productividad y entretenimiento, si el cliente quiere estar al día en apps, no será su dispositivo.
Android, familia
Google no se ha quedado atrás en materia de concienciación. La mayoría de fabricantes con productos de media o baja gama han apostado por este sistema para sus tablets que ha conseguido posicionarse como referencia frente a iOS. Pero ¿Quién necesita una tablet Android?
El mundo Android está pensado principalmente para el entretenimiento. Si bien es cierto que Google ha hecho esfuerzos para posicionarse en la empresa, su sistema operativo está pensando para el consumo y ocio.
Así, el cliente que quiera utilizar el tablet para divertirse en casa, ver películas o enseñarle a los niños nuevos juegos puede apostar por Android sin miedo a equivocarse. Google Play estará ahí para darle todo el entretenimiento que desea con un rendimiento que ya dependerá más del hardware que del software.
iPad, usuarios premium
El último caso y quizás el más atípico es el iOS. El líder indiscutible en materia de tablets ha conseguido lo que ninguno de los dos anteriores: ser una combinación adaptada para consumo y profesional. Y quizás esta es la gran razón de su éxito, más allá de la marca Apple y sus especificaciones.
El iPad es un dispositivo que bien puede cubrir el lado del entretenimiento con una App Store carga de aplicaciones y opciones para ver películas o escuchar música. Pero por otro lado, puede ser una herramienta perfecta para trabajar. Aún así si miramos los usos más frecuentes vemos que el tablet está más en el hogar que en la oficina.
El pero más importante que le podemos poner al iPad es el precio. Aunque la versión Mini ha bajado el precio, lo cierto es que todavía está muy pensado para un cliente premium que quiere el respaldo de Apple.
