Fitbit, Jawbone y el resto de pulseras deportivas del mercado están teniendo su particular agosto. Un buen nivel de demanda que está aupando el segmento wearable y coronando este tipo de dispositivos como los reyes. Pero esto es solo el inicio, en tres años el nivel de ventas se triplicará.
Juniper Research vaticina que las pulseras deportivas irán aumentando su demanda desde los 19 millones para este año a los 57 millones en 2018. Una cifra que se antoja baja si vemos que IDC calculaba que se habían vendido algo más de 11 millones de wearables en el primer trimestre.
Pese al baile de números, lo cierto es que las pulseras deportivas están escalando puestos frente a los relojes inteligentes. Salvo el Apple Watch, el resto de modelos smartwatch se han quedado estancados dando preferencia a los wearables más económicos para gestionar la actividad física o el sueño.
Entre las pulseras deportivas destacan las opciones de Xiaomi –segundo en el ránking de wearables-, FitBit o Microsoft Band. También van ganando puestos las alternativas más enfocadas en la salud como los medidores de glucosa o tensión.
