La tecnología ponible sigue su rumbo. Aunque la explosión quizás no sea tan enorme como se planeaba, los wearables van ocupando un lugar, sobre todo, en la vida de deportistas y gente preocupada por la salud. Y es ahí donde estos dispositivos generarán pequeños cambios de concepto a los que hay que adaptarse.
Por las propias especificaciones de los wearables, es necesario pensar de otra manera. Estamos ante una pantalla más pequeña, o ausencia de la misma, pero en un dispositivo que llevamos «muy a mano». Pero ¿Cuáles son esos cambios que deben tener en cuenta los desarrolladores y fabricantes? ¿En qué desafíos hay que pensar? Te los mostramos:
Síntesis
El primer paso a dar para el desarrollo de aplicaciones viene dado por la propia condición de los wearables: su tamaño. Su pequeña o incluso inexistente pantalla hace que la implementación de un interfaz sea todo un reto.
Combinar funcionalidad y síntesis debe ser la máxima de cualquier herramienta para un wearable. Así, la simplificación de perfiles, mensajes o notificación es un desafío de vital importancia a tener muy presente.
Colaboraciones
Los wearables gustan para realizar actividades físicas. También cada vez se usan más para controlar o gestionar la salud. Dos aspectos donde ya hay muchas empresas con una enorme experiencia. Entonces ¿Por qué no combinar fuerzas?
Es cierto que en el mundo deportivo, grandes como Nike o Adidas han decidido atacar el mercado con sus propios wearables. Pero quizás también se pueden apoyar en los nuestros o buscar nuevas alianzas que aporten más valor a nuestros dispositivos ponibles.
El terreno sanitario está mucho menos desarrollado. En este sentido, trabajar con administraciones públicas o entidades privadas ayudará a impulsar los wearables para el bien común de los pacientes.
Integración con la vida
Aquel que se compra un wearable para gestionar su actividad deportiva o salud, quiere eso; un dispositivo que le ayude, no un perro guardián que le eche la bronca si un día no ha corrido o ha comido de más. Así, buscar el equilibrio entre ofrecer información útil para la vida diaria de los usuarios sin intervenir en los hábitos es otro de los retos.
Protección y privacidad
La seguridad de los relojes inteligentes está entredicho. Las barreras para evitar la entrada de cibercriminales todavía son muy débiles por lo que trabajar en este sentido debería ser una prioridad para todos.
Incrementar la protección, encriptar los datos personales de los usuarios además de buscar vías para que por ejemplo, un wearable pueda ser usado por varios empleados de una compañía son temas claves.
