El rumor se convierte en noticia y se confirma la adquisición de EMC por Dell, abonando en efectivo y acciones una cifra récord de 67.000 millones de dólares.
Si el mes pasado hablábamos que 2015 sería el año de las fusiones y adquisiciones tecnológicas, hoy queda confirmado y de qué manera, porque se trata de la mayor operación de compra en el sector tecnológico de toda la historia. También a valorar como el «pez chico se come al grande» porque la valoración actual de Dell era la mitad que la de EMC.
Y no solo eso. La compañía resultante será la mayor tecnológica de control privado en el mundo. Será dirigida por Michael Dell, fundador, presidente y CEO de Dell, mientras que el CEO de EMC, Joe Tucci, se jubilará después de 15 años al frente dejando al fabricante de software y sistemas para administración y almacenamiento de información en cotas que seguramente no esperaban sus accionistas, si bien el negocio de productos de almacenamiento tradicionales se ha tambaleado en los últimos tiempos.
Unos accionistas que recibirán 33,15 dólares por acción (24,05 dólares en efectivo) con una prima del 28 por ciento sobre el cierre del 7 de octubre. La operación será financiada con acciones de Michael Dell, su vehículo de inversión MSD Partners, las empresa de inversión Silver Lake, la sociedad de inversión de propiedad estatal Temasek Holdings de Singapur, junto con la financiación de la deuda, dinero en efectivo, y las acciones de seguimiento de VMware.
Algunos analistas auguran problemas
«Muchas, si no la mayoría de las fusiones en realidad destruyen valor, y la fusión de dos empresas que han tenido problemas para renovarse a sí mismas rara vez tienen éxito cuando se combinan. La fusión es, pues, muy arriesgada», explica Aija Leiponen, profesor de economía en Cornell.
Sin embargo la apuesta es ambiciosa y podría ser beneficiosa… si todo sale bien: «EMC y Dell están en segmentos complementarios de la industria informática y si todo va bien las dos empresas podrían ser más valioso juntos que separados», dicen.