Comprarse un coche nuevo sin pantalla ya es una tarea complicada. Aunque todavía no hay muchas propuestas implementadas, la tecnología es el futuro sobre el que se basa la industria automovilista. Y esto es solo el inicio de lo que está por venir.
Con el auge de la tecnología dentro de los automóviles, en los próximos cuatro años el negocio de las pantallas para coches alcanzará los 72.000 millones de dólares. Unas pantallas que además propiciarán aplicaciones y servicios de información o entretenimiento.
Una oportunidad por descubrir
Grandes como Google, Microsoft o Intel están viendo ya las posibilidades tecnológicas de la automoción. No solo el coche autónomo de Google que ya es una realidad sino también por todo lo que puede implicar llevar un ordenador a bordo con funcionalidad para todos los gustos.
De hecho, la consultora IHS prevé un aumento de negocio de los componentes electrónicos desde los 69 millones de dólares actuales a los 1.000 millones de dólares en 2020. Un apartado que se puede quedar corto si vemos las previsiones sobre las pantallas anteriormente mencionadas.
Que la industria cada vez apuesta más por la tecnología dentro de los automóviles ya es un hecho. Ahora solo falta saber si esta realidad cuaja en los consumidores y cómo el canal puede aprovechar la oportunidad.
