Pese a que los wearables son una apuesta de futuro y llaman la atención a jóvenes de todo el mundo, los españoles todavía no tiene un dispositivo de estas características. Solo un 18,2% de los encuestados por IPSOS y Tuenti confirma que tiene «tecnología que llevar puesta».
Aunque el 61,7% de los jóvenes admite conocer lo qué significa wearables, solo el 29,5% de estos tiene uno en su propiedad. Y eso que estamos ante el público más enganchado a las nuevas tecnologías y tendencias pero también el que menos presupuesto tiene.
La función más utilizada por estos jóvenes usuarios de wearables es la monitorización de información de salud y deporte (86.4%). Un hecho que explica el auge de las pulseras deportivas. Muy por detrás, está la utilización de aplicaciones de geolocalización y la visualización de contenidos multimedia.
La debilidad de los wearables
Quizás el problema de los wearables está en su falta de madurez. Y así se constata en las respuestas de los jóvenes del informe. El 52% indica que mejoraría «las apps y sus funcionalidades, pues aún están un poco verdes».
Otros hacen referencia a otro temas como la autonomía o la dependencia del smartphone: el 43% cree que la batería dura poco; el 29% señala «la poca independencia del dispositivo» como aspecto a mejorar, pues «tiene que estar conectado con el smartphone y siempre llevo los dos».
Pese a todo, se espera que, con el impulso de la campaña navideña, este año se acabe con 72 millones de wearables vendidos. En 2019 la cifra ascenderá hasta los 173 millones. ¿Llegaremos a las previsiones?
