Amazon lleva un tiempo entrando tímidamente en el negocio de Internet de las cosas (IoT). Un mundo con enormes proyecciones de futuro donde el gigante de las compras on-line podría tener mucho que aportar. ¿Qué pasaría si apostará de lleno por este negocio?.
Amazon Echo o Amazon Dash son dos de los singulares proyectos que la compañía de Jeff Bezos ha abordado este 2015. Dos productos que, pese a su reducida distribución, ya cuentan con una acogida interesante al menos a nivel de partners y medios de comunicación.
Además, los servicios cloud de la casa, Amazon Web Services, anunciaron que tendrían una oferta dedicada a Internet de las cosas. Una manera más de apoyar a traves de su portfolio empresarial el mundo conectado que está por explotar.
Todos estos pasos dan que pensar: ¿busca Amazon ser una referencia en el Internet de las cosas?. Aunque el negocio tradicional de Amazon no está en este sector, su diversificación le está llevando a aprovechar la ola, al igual que lo ha hecho con los lectores de libros o tablets.
De hecho, sus primeras propuestas han sido acogidas con una expectación que no siempre se traduce en ventas -no hay más que ver su fallido FirePhone– pero que dice mucho de las ganas que tiene el sector de tener una referencia.
Con todo ello, Amazon se podría convertir en ese Apple que buscaba el nicho de los wearables o en el Google de los smartphones. Ese fabricante que marca pautas y da pie a que los dispositivos o conceptos sean más conocidos.
2016 nos dará un poco más de luz en este terreno. En ese año veremos si Amazon apuesta definitivamente por el IoT consolidando sus propuestas en nuevos mercados y aportando otras ideas interesantes.
