Xiaomi Mi Band vendió 10 millones de unidades en 2015 estableciendo un nuevo récord de ventas en wearables, según anuncia la firma china.
Aún a un ritmo más lento de lo esperado, y no con pocos desafíos, los dispositivos electrónicos «vestibles» están tomando posiciones en el mercado y se espera una explosión de ventas en 2016 a medida que las nuevas generaciones mejoran sus funciones, ajustan precio, y los usuarios comienzan a ver valor en estos wearables.
Además del atractivo de los relojes inteligentes, las pulseras electrónicas dedicadas a cuantificar la actividad física y deportiva, son el otro gran grupo que tirará al alza del sector.
Xiaomi Mi Band brilla entre ellas. Una banda-pulsera dedicada a campos deportivos y de salud que permite registrar la actividad. Carece de pantalla por lo que recurre a la conexión con smartphones (compatibles terminales con iOS y Android) para ser plenamente operativa.
Ello permite a Xiaomi ofrecer un precio de venta supereconómico y registrar ventas millonarias. En España cuesta 18 euros y es el wearable más vendido en minoristas como Amazon.
Xiaomi presentó una segunda versión Mi Band 1S, compatible con iOS y Android, con sensor de ritmo cardíaco, cuantificador de calorías consumidas, monitorización de la calidad del sueño, contador de pasos y vibrador cuando recibimos notificaciones en nuestro smartphone. Añade certificación IP67, para resistencia al polvo y al agua.
Esta Xiaomi Mi Band ha permitido a la firma china acceder al top-3 de wearables junto a Fitbit y Apple. El sector se va a animar sin duda. La última quincena del año vimos la comercialización de nuevos modelos como la Band 2 de Microsoft, una de las más avanzadas del mercado.