España todavía está muy lejos de ser un país de smart cities. Aunque ya se han abordado proyectos de medio ambiente, innovación ciudadana, participación, movilidad o sanidad que le han puesto a la cabeza, todavía queda mucha tecnología que desplegar para conseguir ser un país «integrador, sostenible e inteligente» como quiere la Unión Europea.
El pasado año Europa aprovechó 80.000 millones de euros de los fondos de FEDER para extender un programa de incentivos económicos para impulsar las ciudades inteligentes. El proyecto vino acompañado de iniciativas en varias ciudades españolas destacando Málaga, Santander o Madrid.
¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?
Red de bicicletas o de coches eléctricos, sensores de medición de contaminación o contenedores de basura inteligente son algunos de los proyectos ya en marcha en diversas ciudades españolas. Unas poblaciones que participan en la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) donde se contabilizan como 65 de los más de 8.100 municipios de nuestro país.
Aunque puede parecer que España no es una avanzada en este terreno por el pequeño número de poblaciones involucradas, se nos quitan los complejos cuando vemos que Navigant Research habla de unos 235 smart cities reales en todo el mundo. La Unión Europea habla de 240 ciudades inteligentes de las 468 existente ya que se cataloga como smart city aquella que tiene, al menos, un proyecto sobre la mesa. De cualquier forma, España junto a Reino Unido e Italia sigue siendo una de las pioneras en este segmento.
Pero ¿En qué momento están los municipios? ¿Cómo ven esto de integrar la tecnología para mejorar la gestión ciudadana? Desde RECI nos lo comentan:
«Actualmente nos encontramos en la fase de reafirmación de las smart cities; las ciudades están en la fase de mejora en la eficiencia de sus servicios públicos en base a la introducción de las TIC como elemento catalizador. Los municipios españoles están apostando fuertemente por el desarrollo de la smart city. Además, el gobierno ha terminado de relanzar esta apuesta con su plan de ciudades».
Y efectivamente el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, cofinanciado con FEDER, busca impulsar la tecnología en las ciudades como un motor de economía y empleo más con 152,9 millones de euros.
Las ciudades inteligentes no son solo una oportunidad de desarrollo en un país donde ya hay mucho sembrado y quiere seguir evolucionando. Servicios al ciudadano, información para mejorar el tráfico o turismo son propuestas que interesan cada vez más activar las economías locales y regionales.
También es necesario mejorar los proyectos ya en marcha donde las ciudades se enfrentan a muchos retos: ¿Qué hacer con los datos que se recogen? ¿Cómo motivamos a los ciudadanos a aprender a utilizar nuevas aplicaciones o servicios inteligentes? ¿Cómo integramos información de diferentes departamentos?
Este año se espera que se invierta 39.500 millones de dólares en smart cities
A nivel global se espera que las ciudades gasten 39.500 millones de dólares en dotarse de inteligencia en 2016. Una inversión liderada por Europa, Norteamerica y Asia Pacífico. Frost & Sullivan sugiere que se invertirán más de un millón de millones de dólares en 2020 mientras que Gartner asegura que el entorno conectado en las ciudades ingresará 9.700 millones de dólares para la misma fecha.
Para mirar el futuro y ver cómo deberían ser nuestras smart cities podemos tomar como referencia Songdo (Corea del Sur), Malmo (Suecia) y Nueva York (Estados Unidos). Un poco más cerca y sin salir de Europa nos encontramos con Copenhage (Dinamarca), Helsinki (Finlandia), Grenoble (Francia) o la propia Barcelona como ejemplos a seguir.
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