El mundo wearable sigue sumando adeptos. En la temporada navideña las ventas crecieron un 127% corroborando que es una categoría que va creciendo, sobre todo, en el apartado de pulseras deportivas. En este sentido, las subidas fueron del 80% en 2015 frente a cifras del año anterior.
En total, IDC confirma que en 2015 se vendieron 78 millones de wearables, un 171% más que en año anterior, de los cuales gran parte fueron pulseras deportivas. En el último trimestre la cifra total sobrepasó los 27 millones. Xiaomi, Fitbit o Jawbone fueron referencias en este nicho de monitorización de actividad.
Y el futuro apunta maneras para los wearables más de moda. En cinco años, se podrían alcanzar los 87 millones de pulseras deportivas gracias al desarrollo y adopción de dispositivos relacionados con la salud y deporte.
La diferente evolución del Apple Watch
Mientras las pulseras deportivas, lideradas por Fitbit que crece un 72%, siguen creciendo en demanda, el Apple Watch vive una época más estancada. Sus datos suben pero no de la espectacular forma esperada tanto por los analistas como por el gigante de Cupertino.
El reloj inteligente de Apple pasó de 3,6 millones de unidades vendidas en el segundo trimestre, 3,9 millones en el tercero y 4,1 millones en el cuarto. Subidas sí pero tan solo del 5% que no tienen mucho que ver con los crecimientos del 55% del iPhone que también vive su particular ralentización.
Viendo las abrumadoras subidas de los wearables, que parten de una base mucho más baja, y el buen comportamiento de las pulseras deportivas, está claro que el Apple Watch no ha conseguido todo lo que esperaba de él. El precio y la competencia no ha ayudado demasiado.
Aún así, no nos podemos olvidar que Apple Watch está en una segunda posición mundial. Con crecimiento muy tímidos frente a Xiaomi (258%), Samsung (65%) o Garmin (48%) pero en el podium de un segmento que sigue dando limitadas alegrías.
