Pensar que la tecnología es puramente ordenadores y servidores ya está muy lejos de la realidad. La tecnología ha trastocado sectores como la automoción. El momento de la moda y joyería también está llegando con propuestas que se van acercando al usuario final.
El pasado CES 2016 demostró que las ideas están encima de la mesa. En la cita se mostraron anillos, camisetas o zapatos con nuevas funcionales llevadas desde la tecnología a este nicho. Un potencial que se espera que siga aumentando con el auge de la era wearable.
Juniper Research analiza este nicho donde compañías como Amazon, Google, Sony, Microsoft o Samsung ya proponen ideas. Pero también no solo las tecnológicas clásicas lo hacen; Swarovski anunció su reloj inteligente y otras como FashionTEQ, Wisewear o Footfalls & Heartbeats han nacido para explotar esta oportunidad.
Aunque por el momento no hay datos del mercado, las previsiones apuntan a un buen porvenir. Junto con la moda de los wearables deportivos, las joyas y ropa pasarán a un engrosar las oportunidades tecnológicas. Así lo comenta Amanda Parkes, director de tecnología e investigación de la incubadora Manufacture New York:
«La evolución de los wearables se dirige hacia textiles inteligentes que nos permitirán explorar todo los límites del cuerpo desde la muñeca hasta la cabeza. También ayudará a crear tecnología invisibles que crearán percepciones espectaculares».
Y es que estamos solo en el inicio de la oleada. El desarrollo de prototipos para, por ejemplo, pagar y la investigación requieren de recursos e inversión adicional que llega con cuentagotas pero demuestra que hay un interés por evolucionar hacia ese interesante negocio.
Aún así, la moda y joyería ha comenzado a experimentar su simbiosis con la impresión 3D o dispositivos inteligentes. Quizás el área más avanzada se sitúa el retail específico que ya implementa soluciones de señalización digital para dar más valor en las tiendas físicas.
