HTC 10 es el nuevo tope de gama en smartphones que la firma taiwanesa presentará hoy mismo aunque hace tiempo que se filtraron fotografías y características.
No es el mejor momento de una compañía que en el pasado fue relevante en el sector de teléfonos móviles. Los datos de cuota de mercado han dejado a la compañía fuera del top-10 de venta de móviles, con una cuota meramente testimonial y unas previsiones de negocio que no auguran nada bueno para el futuro.
Desde 2013 no ha funcionado ninguna de las estrategias para mantenerse entre las grandes. La pérdida de las demandas de patentes frente a Nokia obligó a rediseñar varios aspectos de sus smartphones con lo que ello supuso en gastos y en retrasos en la distribución y ventas. Los despidos para compensar gastos por las débiles ventas, y la detención de varios empleados de alto nivel por robo de secretos industriales y fraude, fue la puntilla que mostró la caída en desgracia de la firma.
HTC 10 -renombrado desde HTC One M10- intentará recuperar mercado con un terminal con carcasa de aluminio unibody, pantalla de 5,2 pulgadas con resolución 2K, un chipset Snapdragon 820, 4 GB de RAM y 32 Gbytes de almacenamiento ampliable.
Tendría una cámara trasera de 12 MP con tecnología UltraPixel, un puerto USB Type-C y un botón físico en la parte frontal donde iría situado el lector de huellas dactilares. Estaría gobernado por el sistema Android M.
Buen móvil, pero más de lo mismo. El mercado ya ofrece muy buenos móviles y exige innovación para convencer a los usuarios de la conveniencia de cambiar regularmente de smartphones que cuestan de 600 euros para arriba.
