Todo el mundo habla de hiperconvergencia y no es para menos. Desde Gartner ven como está siendo el segmento de las infraestructuras integradas que más rápido crece. De seguir el ritmo, en 2019 ya el 24% de los sistemas convergerán ofreciendo beneficios para empresas y partners.
Para este año, la firma prevé que la demanda de la hiperconvergencia crezca un 79% dando lugar a un volumen de negocio de 2.000 millones de dólares. Una cantidad que alcanzará los 5.000 millones de dólares en dos años. Un verdadero impulso que estandarizará estas soluciones unficadas.
Del servidor blade a la hiperconvergencia
La madurez de la hiperconvergencia no se consigue en un breve plazo. Hacen falta muchas soluciones innovadoras por parte de los fabricantes, muchas horas de consultoría y venta por parte de los partners, y sobre todo, mucha confianza e inversión desde las empresas. Con todo ello, la evolución es lenta.
De hecho, Andrew Butler de Gartner enmarca la evolución en tres fases: una primera acontecida desde 2005 a 2015 donde se consolidaron los sistemas blade; otra desde 2010 a 2020 donde entraron las infraestructuras convergentes; y una última que está por llegar desde este mismo año hasta 2025 donde se consolidará la hiperconvergencia con aplicación de continuidad y microservicios.
Y justo en este momento de cambio nos encontramos. En ese instante en el que la infraestructuras, redes, software y servicios se juntan como una realidad que necesita más servicios adaptados a los clientes para conseguir este negocio pronosticado.
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