Jawbone y el prometedor futuro wearable que no llega

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Las grandes expectativas de los wearables han hecho que muchas marcas se hayan abalanzado sobre el negocio. Entre compañías especializadas y fabricantes de consumo que han aprovechado el tirón, podemos decir que más de una cincuentena de empresas se dedican al terreno. Entre ellas, Jawbone.

La start-up californiana entró en el mercado wearable allá por 2011 con la familia UP. Mucho antes la empresa se dedicaba a auriculares y altavoces Bluetooth, dispositivos con los que entró en la red de alianzas de las tiendas de Apple y comenzó a ser una marca popular.

Su éxito en ritmo creciente consiguió que le inyectarán 165 millones de dólares en enero. Una cantidad más que importante para intentar competir en el mercado wearable contra grandes rivales como Pebble, Fitbit o el mismísimo Apple Watch. Sin embargo, parece que la compañía tiene otros planes.

Adiós al wearable de consumo, hola al profesional

Jawbone parece que se ha cansado de competir en un reducido y complejo mercado como el de los wearables de consumo. Un nicho recién iniciado que ya está sobresaturado de oferta. De hecho, la compañía plantea huir acabando con la producción de su línea UP y dejar solo el inventario que tiene su canal de distribución, según apuntan en Tech Insider.

¿Jawbone dejará completamente el mercado wearable? Seguramente no a tenor de las palabras de Hosain Rahman. Su CEO señalaba a principios de año una nueva dirección: pulseras inteligentes para el segmento sanitario. Un giro hacia lo profesional donde ve más oportunidades.

Y es que es justo el camino que siguen todas las nuevas tendencias. No hay más que mirar a la realidad virtual o los drones para ver cómo el despunte en el plano de consumo ha hecho que las empresas reaccionen para llevarlo al mundo profesional. Una transformación que no ha llegado a este segmento que todavía está buscando su propia identidad.

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Los wearables no cumplen expectativas

Un golpe de remo parece lógico viendo también el comportamiento del sector wearable. La tecnología ponible que venía a comerse el mundo ha conseguido mucho menos de lo esperado estando tan solo en un 15% de los hogares. Esto ha provocado la reducción de producción de Fitbit y la más que posible salida de Jawbone.

Aún así para este año las previsiones apuntan a millones de wearables vendidos: algunos cifran 110 millones de wearables vendidos mientras que otros más optimistas suben hasta 265 millones. En cualquier caso, un buen monto liderado por las pulseras inteligentes donde incluso Samsung, pionero en este terreno, ha acabado entrando.

Pero quizás el problema de los wearables no son su falta de interés por parte de los usuarios sino su fatal de utilidad o seguridad. Aspectos sobre los que todavía quedan grandes retos que cubrir y donde los partners tecnológicos tienen mucho que aportar para llegar mucho más allá del consumo más clásico.

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Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.