iPhone 7 será la próxima generación de los móviles inteligentes de Apple y tendrá la responsabilidad de frenar el descenso de ventas que puede producir el primer año de recorte anual de iPhone.
La firma de análisis TrendForce, ha emitido un informe en el que no prevé grandes cambios en iPhone 7, manteniendo el diseño de series anteriores y descartando la incorporación de pantallas OLED hasta 2017-2018, dejando fuera una de las tecnologías que se venían rumoreando u otras como el VR a los que apuntan sus competidores.
Apple sí potenciaría su hardware interno. Incluiría un SoC Apple A10 con una CPU de doble núcleo con mayor rendimiento por MHz y mayores frecuencias de trabajo. La GPU sería una PowerVR de última generación, capaz de ofrecer un gran rendimiento en juegos.
iPhone 7 daría el salto a los 3 Gbytes de RAM para manejar quizá la mayor novedad del terminal, una cámara trasera con doble sensor que mejoraría sus prestaciones fotográficas y de vídeo.
También aumentaría la capacidad máxima de almacenamiento hasta 256 Gbytes, eliminando por abajo las versiones de 16 Gbytes, muy justas para las necesidades actuales si tenemos en cuenta que los iPhones no cuentan con soporte para tarjetas microSD.
Como vemos, nada revolucionario porque son componentes que ya tienen sus rivales en Android. iPhone 7 estaría disponible en el mes de septiembre, tras una producción adelantada que ofrecería la serie en tres versiones diferentes: estándar, Plus y Pro. No es sencillo predecir si será un revulsivo para Apple en pleno descenso general de ventas y tras el impulso de su mayor rival, Samsung, con grandes ventas de los Galaxy S7.
