Los envíos de tabletas electrónicas de marca blanca cayeron un 15,3 por ciento de forma secuencial en el segundo trimestre de 2016. Una caída superior a la registrada globalmente por un sector que sigue desangrándose, con el séptimo trimestre consecutivo de bajada de ventas.
La marca blanca ha sido muy importante los últimos años para el despegue del segmento y hace dos años, sus ventas suponían el 44 por ciento del total. El último trimestre, «solo» se habrían vendido 13,8 millones de unidades, un tercio del mercado.
Los motivos de la caída son los generales del tablet, desinterés general hacia el formato, estacionalidad y crisis económica, y también otros particulares de este nicho, débil demanda de los mercados emergentes, escasez de componentes y aumento de precios de los mismos.
La competencia es feroz en los modelos más económicos y menos rentables de 7 pulgadas y los fabricantes apuntan a las 8 pulgadas. También a los que tienen tamaños de pantalla de 10 o más pulgadas que en su formato 2 en 1 son los únicos que muestran crecimiento y ayudan a limitar la caída.
Si en sus inicios los tablets fueron responsables de la caída de venta de portátiles, los 2 en 1 que ofrecen las funciones de ambos están siendo los responsables del descenso de ventas de tablets «estándar». Claro que, la creación de un 2 en 1 no solo implica añadir un teclado y los fabricantes de marca blanca también tienen que superar algunas de sus carencias, calidad de materiales, distribución, inversión en I+D o garantías más ajustadas de las que ofrecen las grandes del sector como Apple o Samsung.
El bajo precio es su verdadero reclamo pero no sabemos si será suficiente para frenar caídas que suman siete trimestres consecutivos.
