El venido a ser el rey de todos los wearables ya cuenta con una nueva versión en el horno. El próximo Apple Watch, que llegará este otoño, contará con nuevas funcionalidades como el GPS pero no incorporará datos móviles por problemas con su autonomía.
Según aluden en Bloomberg, el nuevo Apple Watch estará más enfocado a controlar la salud que la anterior versión. De ahí la incorporación del GPS para rastrear la actividad física. No obstante, no podrá añadir los datos del móvil con el que se sincronice -solo el iPhone- porque, según parece, el chip para ese uso gasta demasiada batería y tendría problemas de autonomía.
En cualquier caso, Apple continúa centrado en mejorar su reloj inteligente. Un dispositivo que apareció como el gran salvador del nicho pero que en el último trimestre -abril a junio- solo vendió 1,6 millones de unidades, la mitad de las ventas conseguidas en el mismo período de 2015.
Aún así los de Cupertino siguen obceados en conseguir que su wearable sea una referencia pese a tener duros rivales. Sus continuas mejoras en materia de análisis de ejercicio físico van justo en esta línea. Sin embargo, su elevado precio y sus incompatibilidades con smartphones fuera de iPhone no le ayudan.
