El borrador del Real Decreto que regulará el nuevo canon digital ya está en marcha. Aunque puede sufrir modificaciones hasta su resolución final, es una guía que plantea las líneas del Gobierno donde ya se han establecido las cuotas por «compensación equitativa por copia privada».
Teléfonos móviles, equipos informáticos, impresoras o cualquier otro productos que permita el almacenamiento, copia o reproducción se verá afectada. Entre los gravámenes planteados en el borrador destacan los siguientes que recogen en MuyComputer:
- 12 euros más por cada disco duro o SSD.
- 7,95 euros por cada equipo con capacidad para copia, impresión, fax o escáner.
- 3,15 euros por reproductores.
- 1,1 euros por móvil.
- 0,30 por cada memoria USB.
- 0,17 euros por cada CD.
Los precios serán cargados a los fabricantes tecnológicos. Estos serán los responsables de gestionar la propiedad intelectual de los dispositivos sometidos y de ponerse de acuerdo con la administración. De no conseguir consenso, intervendría la Sección Primera de la Comisión de Propiedad Intelectual, creada por Ángeles González-Sinde.
Es lógico pensar que esta subida de precios, dada como consecuencia del nuevo canon digital, tendrá una repercusión directa en las tarifas para el canal de distribución y por extensión, el precio último para el consumidor final.
Nuevos retos
Basado en la última orden ministerial del anterior canon digital de 2008, este borrador no contempla muchos de los cambios tecnológicos que se han dado en este intervalo de tiempo. De hecho, el planteamiento es tan obsoleto que habla de «teléfonos móviles con funcionalidad de reproducción de fonogramas, videogramas y textos» dejando fuera los smartphones que copan el mayor porcentaje de ventas de este sector.
Además, el documento no contempla las nuevas modalidades de almacenamiento como la nube u otros dispositivos como los tablets.
