Los paneles enviados por los proveedores son una forma de cifrar las ventas de televisores. En este caso, Digitimes nos aporta datos de la consultora WitsView que considera que el pasado año se enviaron 260,41 millones. Un número 3,5 puntos por debajo del marcado en 2015 que revela que no estamos ante el mejor momento del segmento.
Con LG, Samsung y BOE Technology a la cabeza en envíos, para este 2017 se calcula que la cifra siga a la baja. La firma vaticina que se enviarán unos 257,80 millones de paneles de televisores, un punto por debajo de lo alcanzado en 2016.
Sin embargo, la nota positiva está en la demanda de televisores entre 65 y 75 pulgadas que desplazará a los de entre 60 y 70 pulgadas, hasta ahora más en alza. Así, el ratio de modelos de gran pulgada crecerá a medida que los consumidores reclaman mayores dimensiones para aprovechar los contenidos HD y 4K que ya son comunes en plataformas como Netflix o HBO.
¿Adiós a los televisores 3D?
Dentro de este mercado, esta misma semana se hablaba de la desaparición de los televisores 3D. La crónica de una muerte anunciada ya desde tiempo y donde algunos como Philips ya habían pronosticado el futuro incierto.
La desaceleración del interés de los consumidores unido a la falta de impulso por parte de la industria de los contenidos ha hecho que las opciones con 3D queden relegados al pasado y cediendo esta tecnología al cine donde sigue triunfando.
La tendencia actual dicta claramente hacia los modelos curvos que aprovechan las ventajas de la gran pulgada para dar una experiencia mejorada. El pasado año se vendieron unos 9 millones. Ahora solo cabe esperar que esta ola no acabe con la de los televisores 3D y haga remontar un sector en tinieblas.
