Actualmente Amazon tiene abiertas tres librerías físicas distribuidas en Seattle, San Diego y Portland, aunque tiene la intención de seguir creciendo. Así lo ha confirmado el gigante minorista, que tiene la intención de abrir cinco tiendas más, y además ha destacado que dichas tiendas sirven para algo más que vender libros.
Interesante, ¿verdad? ¿Pero para qué más puede servir una librería? Brian Olsavsky, CFO de Amazon, nos ha dado la respuesta al comentar que en su opinión esas librerías son el escenario perfecto para que los lectores interactúen con sus dispositivos tecnológicos.
Su plan es sencillo, ofrecer a aquellos que van a comprar libros la posibilidad de «trastear» con dispositivos como su gama de tablets Fire, el Amazon Echo o incluso la gama Kindle, que como sabemos son lectores de libros en formato digital (PDF y ePub).
A través de esa interacción con sus productos Amazon quiere que los lectores vean el potencial que ofrecen sus dispositivos, que descubran sus posibilidades reales y que así muchos de ellos puedan sentirse atraídos y tomen la decisión de comprarlos.
Dicho de otra forma más resumida y simple, el gigante minorista quiere utilizar sus tiendas de libros como escaparate de sus productos electrónicos para impulsar las ventas de los mismos.
A nivel personal creo que es una idea excelente, ya que por un lado permite a Amazon crear una experiencia única y diferenciada en sus librerías dando a sus clientes la posibilidad de probar gadgets de última generación. Esto tendrá sin duda un efecto positivo, más afluencia de público a las tiendas y más posibles compradores.
Por otro lado de todo ello deriva otra consecuencia positiva que ya os adelantamos anteriormente, y es que la persona que prueba un producto y queda satisfecha normalmente lo acaba comprando, así que efectivamente esta medida podría ayudar a Amazon a conseguir ese empujón en las ventas de sus soluciones tecnológicas que se ha marcado como objetivo.
