Datos oficiales de la Camera & Imaging Products Association (CIPA) de Japón confirman que las ventas de cámaras digitales bajaron en 2016, y de forma bastante notable como podemos ver en la gráfica que acompañamos.
En la misma se aprecia claramente que las cámaras digitales se encuentran en una etapa de caída libre, con bajas constantes y sostenidas desde que alcanzaran su pico máximo allá por el año 2010, una situación que no creemos que vaya a cambiar ya que como sabemos los smartphones han ido ocupando su lugar hasta convertirlas en algo que el consumidor ve casi como «innecesario».
Decimos esto porque los smartphones actuales de gama media y gama alta vienen con cámaras integradas que trabajan a un buen nivel y que permiten capturar imágenes de gran calidad. Un ejemplo lo tenemos en el iPhone 7 Plus, que gracias a su configuración de doble cámara trasera puede incluso captar imágenes aplicando efectos de desenfoque de profundidad.
En total durante 2016 los fabricantes japoneses suministraron 24,19 millones de cámaras, lo que supone una caída del 31,7% frente al año anterior. Esa cifra se desglosa de la siguiente manera:
- Cámaras digitales de consumo: 12,582 millones de unidades, un 43,7% menos que el año anterior.
- Cámaras DSLR: 8.449 millones de unidades, un 13% menos que el año anterior.
- Cámaras MILC: 3.159 millones de unidades, un 5,6% menos que el año anterior.
Son datos negativos para el mercado y como dijimos más arriba evidencian claramente ese abandono progresivo de las cámaras digitales de consumo a favor de los smartphones, ya que ese sector es el que más ha caído durante el pasado año.
Por su parte las cámaras profesionales DSLR y MILC han experimentado una caída más controlada y razonable, algo comprensible ya que ofrecen un nivel de prestaciones superior que no es posible sustituir con un smartphone.
