Aunque la demanda de placas bases no ha crecido, en los últimos meses del pasado año, los fabricantes aumentaron los lanzamientos. En consecuencia, el retail se ha encontrado con un stock superior al saludable que no saben cómo rentabilidad. Es por ello que los proveedores, según denuncia la industria taiwanesa, se han encontrado con pedidos más comedidos por parte de los fabricantes.
Como ejemplo vemos las cifras de ASUS. El fabricante ha rebajado, por lo menos, en 100.000 unidades semanales sus pedidos. Sus expectativas son lanzar 5 millones de placas bases en este primer trimestre, unas 500.000 unidades menos o dicho de otra forma, un 9,1% menos que el anterior período. En otras empresas los índices de caídas son más elevados; entre un 15 y 20% aseguran fuentes de la industria.
Con el excedente de stock en placas bases parece que no será un buen inicio del año para este segmento. Así lo vio Intel que anunció que se salía del sector dejando más terreno para otros como Gigabyte. Precisamente este último ha aumentado sus ventas y tiene claros indicios de que su negocio superará al de ASUS.
