No obstante, la subida de costes de fabricación de los procesadores y SSD, dificultará esta intención de mantener por debajo de los 1.000 dólares los ultrabooks. Aún así, se espera que la fabricación de un equipo SSD de pantalla de 13 pulgadas cueste 690 dólares. Con 150 dólares de costes de distribución, el equipo llegará al mercado del usuario final por 940 dólares.
De momento, los fabricantes están apostando por este concepto de portátil acuñado por Intel. Empresas como Lenovo, Hewlett-Packard, Dell y Toshiba han comenzado a mostrar sus primeros equipos. Así, esta bajada de precios, dará un empujón mayor a esta nueva tendencia.