Para hallar esta ventaja competitiva, hemos echado mano de los consejos de Scott Bils, director de socios de Leverhawk, empresas especializada en cloud, BI y Big Data. Así, el portavoz nos da algunas recomendaciones para que nuestra oferta cloud como proveedor de servicios en la nube la elegida por el cliente final:
Crear una cloud privada o pública, lista para lanzar no sirve de nada, asegura Bils. Es necesario ofrecer un abanico de servicios adicionales que se adapten a las características del negocio, industria y cliente. Así, ofrecer paquetes previamente diseñados donde se hable de formación, migración, implementación y análisis es clave para tener una primera diferenciación.
En plena crisis de consumo, los precios son uno de los parámetros más mirados. Aunque los tarifas pueden ser ajustados, lo más importante, según el portavoz de Leverhawk, es «evitar los costes ocultos». Además, es necesario ofrecer incentivos de compra para que los clientes apuesten por nuestra oferta. Los propios servicios de valor añadido como soporte, mantenimiento o formación puede ser alicientes integrados en un buen precio.
Conocer las necesidades de los clientes es el primer paso para saber qué ofrecer, qué comunicación dar y cómo abordarlos. En este sentido, el marketing es primordial para llevar a ese sector donde necesitan un cloud específico y están dispuestos a pagar si realmente se da lo que necesitan.
Aunque gestionar la demanda de los servicios cloud es complicado, lo cierto es que debemos tener un calendario de planificación. Sin saber cómo va a reaccionar cada cliente, la experiencia nos ayuda a saber cuáles son las etapas más complicadas y debemos tenerlas en cuenta para dar la ayuda necesaria.