Apple destaca, entre otras cuestiones, por ser una empresa que sabe sacar el máximo partido a sus productos. Su reloj inteligente no iba a ser menos. El Apple Watch en su edición más económica tendría un coste de fabricación de 85 dólares (75 euros). Unos 235 euros menos de lo que vale el smartwatch.
Como comentan en MuyComputer, la pantalla sería el componente más costoso y se llevaría casi una cuarta parte del total: 20 dólares. El SoC S1 costaría 10 dólares mientras que la memoria interna costaría 7,20 dólares.
El listado solo valora componentes hardware, en concreto el bill of material (BOM), sin tener en cuenta otros costes como I+D, marketing, software, gastos de envío o de distribución.
Aún así, los beneficios siguen siendo más que amplios gracias al poder de negociación que tiene el gigante. Preguntado por el coste de fabricación de sus productos, el CEO de Apple aseguró en la última presentación de resultados que «nunca había visto un informe que se acercara al coste real».
De ser cierto estos margenes, lo que está claro es que Apple no solo es una máquina de vender, sino también de potenciar sus productos hasta tal punto que casi no importe el precio.