Aunque en otros países se puede pagar con smartwatch, en España el smartphone es el dispositivo más novedoso que se puede utilizar para pagar. Sin embargo, esto es solo el inicio. En el futuro se atisba objetos cotidianos como anillos o el mando del coche con los que irse de compras.
Mastercard ha comenzado a conformar este porvenir. El gigante de los pagos ha firmado con varias empresas para amoldar productos ajenos a la tecnología a su sistema de pagos. Entre ellos nos encontramos wearables, coches o joyas.
El programa «Commerce for Every Device» de Mastercard quiere ser un aliciente para llevar más allá los nuevos métodos de pago. Para ello se ha aliado con General Motors, el diseñador Adam Selma, la marca de wearables Nymi, la compañía de joyas Ringly y el localizador Bluetooth TrackR.
Las empresas aliadas incluirán tecnología para que las terminales de punto de venta puedan conectarse vía NFC. Así, a través de la aplicación de Mastercard se podrán realizar pagos automáticos enlazados a la tarjeta de crédito o débito del usuario. El sistema también contará con una función de desactivado en caso de robo o pérdida.
La idea es, cuanto menos, interesante. Acoplar a objetos que ya usamos diariamente mecanismos de pago es una idea que ahonda en la comodidad. Internet de las cosas y la tecnología es su apoyo. Ahora tendremos que ver qué opinan los vendedores y, sobre todo, los consumidores.
