Un año después de la apertura del cash and carry de Madrid, Esprinet ya tiene la ubicación para una tienda similar para sus distribuidores en Barcelona. Una nueva ubicación que estará lista a finales de año y a la que en un futuro puede que le acompañen otras en el sur de España.
Nos lo contaban Jose María García, director general de Esprinet junto a Diego Lanzuela, director comercial y Pablo Jiménez Nuñez, responsable del cash and carry de Madrid que ya utilizan unos 1.400 distribuidores de los 12.000 afiliados al mayorista.
Denominado como Esprivillage, este espacio en Alcobendas (Madrid) está concebido como una tienda solo para partners de Esprinet. El establecimiento cuenta con referencias de 229 fabricantes y más de 4.500 productos. En este sentido, Jose María García matizaba:
«La accesibilidad rápida es uno de los valores que ofrece este cash and carry. Más allá del precio, los distribuidores tienen aquí un lugar donde recoger sus pedidos y encontrar nuevas oportunidades de venta».
Aunque los propios portavoces de Esprinet admiten que los inicios fueron complicados, la tienda ha consolidado entre 50 y 60 visitas diarias. «Los primeros meses fueron flojos pero después del verano la afluencia ha aumentado porque es un formato cómodo para las tiendas», confirmaba Jose María.
En este primer año de vida Esprivillage ha recibido unas 8.500 visitas. El pasado año la facturación se quedó cerca de los 6 millones de euros, una «cifra pequeña en el cómputo total pero muy importante como soporte al distribuidor. Este año esperamos que facture 10 millones de euros», añadía el director general.
Un espacio de servicios
Entre los productos más solicitados, Pablo Jiménez destacaba la telefonía. «En el cash and carry ya se venden más teléfonos que ordenadores«, nos revelaba el responsable de tienda destacando también otros nichos como los ordenadores, componentes, consumibles o periféricos.
Para atender de forma adecuada a la demanda, los artículos de este espacio van rotando semanalmente en base a las peticiones del canal. Lo explicaba Diego Lanzuela:
«Utilizamos un sistema de reposición dinámica que adapta el inventario a las necesidades comerciales. Los productos que no tienen demanda, se devuelven una vez al mes. De hecho, en el último año se han rotado 7.000 referencias para intentar que en la tienda haya todo lo que el distribuidor está vendiendo».
También cuentan con etiquetas inteligentes que permiten a los partners variar los precios en base a las promociones que establezcan.
Además de la exposición, la ubicación acoge salas de demostraciones y testing para pequeños y medianos distribuidores, y otras áreas para formación. Todo ello con el objetivo de dotar al espacio de nuevos servicios que den valor a la compra tecnológica. Un concepto que trasladarán a Barcelona con «algunas novedades que estamos estudiando», adelanta el director general.
A continuación os dejamos algunas imágenes del Esprivillage de Esprinet en Madrid:
