El 77 por ciento de los jugadores todavía prefieren comprar videojuegos en formato físico frente a la descarga digital, según la encuesta de la organización británica ERA realizada sobre 1.200 jugadores de consola y PCs.
El dato puede sorprender a más de un usuario y también a una parte de la industria. Hace años que las ventas de software, películas o música en formatos físicos caen, mientras que descargas digitales o formatos como el streaming ganan terreno.
El uso masivo de disquetes en la década de los 80-90 como estándar de almacenamiento externo en ordenadores o como formato de distribución de software o videojuegos, hace años que no se utiliza, mientras que el CD-ROM ha perdido un gran terreno en audio o almacenamiento. Toshiba-Samsung dejó de fabricar unidades ópticas este año abriendo el interrogante sobre el futuro de este formato.
En cuanto a los formatos ópticos de alta definición, Sony logró imponer el formato Blu-ray como estándar tras una guerra feroz entre Toshiba. A pesar de su alta capacidad y potencial el formato no ha sido utilizado como se esperaba. En ordenadores el Blu-ray ha pasado sin pena ni gloria y únicamente su inclusión en su momento en las PlayStation 3 o su uso para distribución de películas logró mantenerlo. Su uso en PS4 y Xbox One y el nuevo formato Blu-ray 4K le ha permitido tomar aire pero no en la medida que se esperaba.
El mundo del videojuego es especial y su funcionamiento puede escapar a la tendencia. Aunque las plataformas de distribución digital de videojuegos como Steam han sido un éxito total y no dejan de crecer, el juego en formato físico tiene sus adeptos y ofrece ventajas que no deben escapar a la industria, como señala el informe.
Otras conclusiones del informe de ERA revelan que dos tercios de los compradores de juegos físicos son compradores ocasionales y solamente compran de media dos veces al año.
Sin embargo, el jugador que opta por la descarga digital, suele ser más prolífico en sus compras y seguramente de ahí el interés de la industria por potenciar estas plataformas. El formato físico ofrece algunos motivos propios para atraer al cliente y el estudio señala la conveniencia de su explotación por fabricantes y distribuidores, aunque a nivel general la tendencia vaya por otro camino.