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¿Tiene cabida la Ley de Moore en el futuro de los semiconductores?

La Ley de Moore ha definido la estrategia de negocio en la industria de semiconductores las últimas cinco décadas. Fue promulgada por el ingeniero y co-fundador de Intel, Gordon E. Moore, hace 52 años y permitió la aparición del microprocesador y más tarde del ordenador personal.

La Ley de Moore aseguraba que el número de transistores por unidad de superficie en circuitos integrados se duplicaría cada año. Posteriormente revisó su afirmación ampliando el enunciado de duplicación del número de transistores a dos años. Esta norma no oficial, pero vital en semiconductores, ha impulsado enormemente la revolución tecnológica en todos los ámbitos, porque no solo se refería a computadoras sino a cualquier tipo de circuito integrado, un componente vital para toda la industria.

El efecto de la “ley” va mucho más allá de un simple aumento del número de transistores al posibilitar que la tecnología se volviera doblemente más eficaz en cada generación. Tan importante como el rendimiento ha sido la reducción de costes, con una relación inversamente proporcional y como resultado, la industria ha podido desarrollar nuevos productos y servicios. Comparado con el primer microprocesador de Intel (4004) los procesadores de 14 nm de hoy ofrecen 3.500 veces su rendimiento, 90.000 veces su eficiencia energética y un coste de 1/60 milésimas.

¿Hasta cuándo se puede cumplir la Ley de Moore?

En los últimos años se ha iniciado un debate sobre la aplicación actual de esta norma. Cada vez es más difícil cumplirla a medida que nos acercamos a los límites del silicio y la industria no avance hacia otros materiales como el grafeno. De hecho, el mismo Moore no aseguró que durara para siempre. Y no sólo por tecnología, sino por costes.

EL CEO y fundador de NVIDIA, Jensen Huang, ha entrado esta semana en el debate “arrimando el ascua a su sardina” al asegurar que el poder de cómputo de las GPUs y el declive de la CPU, ha matado ya a la Ley de Moore.

Según el jefe de NVIDIA, mientras que el número de transistores de las CPU ha crecido a un ritmo anual del 50 por ciento, el rendimiento de la CPU ha avanzado en sólo un 10 por ciento. Además, asegura que los diseñadores casi no pueden trabajar en arquitecturas avanzadas que empleen instrucciones en paralelo para la CPU y, por tanto, las GPU pronto reemplazarán a las CPUs.

Frente a NVIDIA, Intel asegura que la Ley de Moore tiene plena vigencia y que el procesador es más importante que nunca. Intel tiene previsto alcanzar procesos tecnológicos de 10 nanómetros para extender la Ley de Moore. También tiene en marcha una inversión superior a los 7.000 millones de dólares para completar Fab 42, la fábrica de semiconductores más avanzada del planeta. destinada en el salto a los 7 nm.

¿Qué te parece? ¿Crees que la Ley de Moore está agotada?