El sector OLED está muy agitado tras el salto de Apple a dicho tipo de paneles con el iPhone X. Los principales fabricantes de Japón y China, así como la surcoreana LG Display, están trabajando a ritmo acelerado para mejorar su capacidad productiva y asegurarse un contrato con el gigante de la manzana como proveedores para sus próximos terminales.
Se espera que Apple lance en 2018 tres nuevos iPhone de gama alta, que en teoría deberían ser anunciados durante el mes de septiembre. Según las últimas informaciones dos de ellos utilizarán pantallas con paneles OLED, mientras que el tercero contaría con un panel de tipo LCD IPS y sería más económico que los otros dos.
Esto representa una oportunidad única para esos fabricantes, que están realizando importantes esfuerzos para mejorar su posición en el sector OLED y evitar que la división de pantallas de Samsung, conocida como Samsung Display, se coma todo el pastel.
De todos los nombres que se barajan como proveedores de paneles OLED no hay duda de que LG Display es la compañía con mayor potencial, tanto que todas las previsiones apuntan a que podría covertirse sin demasiado esfuerzo en el segundo gran proveedor de Apple este mismo año.
Otras firmas como Sharp, que fue comprada por Foxconn Electronics, podría adelantar a Japan Display (JDI) y empezar a producir pantallas OLED en el segundo trimestre de 2018, al menos según los informes que llegan de medios japoneses.
Esas mismas fuentes también han comentado que Sharp podría empezar a montar pantallas OLED flexibles en algunos de sus nuevos smartphones premium que irán llegando al mercado a lo largo de este mismo año.
Con estas previsiones se espera que la capacidad total de producción de paneles OLED de los principales fabricantes afincados en Corea del Sur, Japón y China acabe superando a la demanda durante los próximos años, lo que supondrá un exceso de oferta que podría acabar abaratando dicho componente.