Actualidad

Las bases para crear una estrategia de datos empresarial

A estas alturas todos sabemos que los datos son vitales para los negocios. Una información bien analizada puede servir para hacer previsiones, encontrar nuevas oportunidades o establecer pautas de comportamiento de los usuarios. Pero antes de llegar a estos grandes objetivos que toda organización tiene en mente es necesario saber dónde enfocarnos para esbozar el camino a seguir.

A nadie se le escapa que todos los dispositivos que usamos a diario recogen datos por doquier. Una realidad que se extrapola a las empresas donde cada día se generan cientos de informes, contactos con clientes o proveedores, o estudios externos. Documentos que, en el mejor de los casos, se comparte entre el equipo pero que en la mayoría se queda relegado a una carpeta en el equipo del empleado que lo ha generado o recibido. Esto produce que los negocios no dispongan de una visión integral.

Construir una estrategia de datos es una tarea a largo plazo

Sin embargo, entre la marabunta de información que recoge cualquier dispositivo, las compañías deben seleccionar los que sean más interesante. De poco sirve recolectar y recolectar continuamente, si detrás no hay una política de estructuración, análisis e inteligencia de negocio. En definitiva, una estrategia de gestión del dato que ayude a tomar decisiones y avanzar el negocio.

Los retos de las empresas en este sentido son importantes. Para poder abordarlos será imprescindible la labor de un asesor tecnológico con conocimientos que le guíe a la hora de definir una estrategia de gestión y análisis de datos. Entonces ¿cuáles son los puntos fuertes en los que poner atención? ¿qué debemos explicar a las compañías en este sentido?

Datos internos: manos a la obra

Si bien cada compañía puede tener una criterios y necesidades diferentes dependiendo, entre otros, del sector, territorio o volumen de ingresos que maneje, hay ciertas pautas muy generales que se repiten a la hora de fijarnos en los datos más importantes.

A la hora de evaluar cuáles son los datos primordiales primero tenemos que analizar la labor de cada departamento o equipo de la compañía. Haciendo este análisis podremos desglosar la información en diferentes áreas: administrativa/financiera, operacional, comercial/comunicativa, por ejemplo. Nichos que, aunque en la teoría puedan parecer estancos, deben tomarse como parte de un todo.

Los datos de cada departamento: una parte dentro de un todo

Una vez realizado esta disección podremos ver cuáles son aquellos que se repiten sistemáticamente y cuáles se dan puntualmente. Los primeros serán los más interesantes a la hora de trazar una estrategia ya que nos permitirá ver la evolución de la compañía y sacar conclusiones a medio largo plazo.

En este entramado nos encontraremos con muchos datos obsoletos, desestructurados o sin sentido, al menos, en un primer momento de reclutamiento. Organizarlos será una tarea más dentro de este proceso estratégico que nos llevará a definir prioridades, frecuencia de recogida, lugar de almacenamiento y el resto de pasos a seguir.

Y es que antes de descartar cualquier tipo de información es imprescindible examinarla en profundidad y plantearse si nos merece la pena conservarla. Quizás, por ejemplo, no nos parezca importante tener más datos sobre una visita a un potencial, pero si saber que estuvimos allí de cara a futuras relaciones.

¿Y en el exterior?

Uno de los errores más comunes en las organizaciones es solo fijarse en sus procesos sin prestar atención a lo que sucede a su alrededor. Un craso error que lleva a llegar tarde a los requerimientos del mercado o no atender correctamente las demandas del presente por estar centrados en el pasado. Es por ello que la información exterior es de suma importancia.

Pero ¿dónde nos debemos fijar? Como referencia podemos tomar algunos ejemplos de las grandes figuras de la tecnología. En una investigación de VPNmentor descubrimos que Google, Amazon, Facebook o Spotify consideran vitales datos como la localización de sus clientes, los dispositivos que utilizan o la relación que mantienen con otros servicios.

Aunque el desglose de datos que vigilan estos gigantes puede incluso asustarnos, lo cierto es que todos ellos comparten una misma premisa: aglutinar cuantas más información mejor para después ser capaces de personalizar el servicio a la máxima expresión.

Tarea lenta y minuciosa

Como partners debemos cerciorarnos de que las organizaciones entienden que construir una estrategia de gestión y análisis de los datos no es una tarea a corto plazo. Abordar todos los pasos que requiere un planteamiento global de análitica y gobierno del dato supone tiempo, esfuerzo e inversión.

Sin embargo, la buena noticia es que en el mercado existen muchas herramientas que ayudan en esta tarea. Soluciones cada día más avanzadas donde los procesos son mucho más ágiles y funcionales.

Aún así, el trabajo y especialización de un partner es imprescindible. Sin ese trabajo tomar las decisiones erróneas puede llevarnos a un proyecto fracasado. ¿Eres ese socio de negocio perfecto?

Imagen | Startaê Team