La generación nacida entre 1981 y 1996, los denominados como Millennials, serán la mayoría trabajadora en un futuro muy cercano. Concretamente, se calcula que para 2025 el 75% de los empleados de todo el mundo pertenecerán a este grupo. Un porcentaje que irá aumentando tejiendo las futuras empresas, también dentro del canal TI.
Hace tiempo que la venta tecnológica viene cambiando sus modelos y acercamientos. Una transformación que no solo se basa en la propia inercia del mercado sino también en un relevo generacional que llega con cuentagotas, aunque ya se refleja en corporaciones como Accenture o Ernst & Young donde 2 de cada 3 trabajadores pertenecen a estos rangos.
Más allá del cliché de Millennials que solo juegan al futbolín y escriben frases motivadoras en su espacio de trabajo, esta generación aporta un cambio en la cultura empresarial a tener en cuenta.
La nueva generación confía en empresas más transparentes, flexibles, colaborativas y concienciadas con los problemas sociales. Una definición empresarial bastante alejada de la mentalidad tradicional. El foco se debe poner en sacar todo el potencial profesional sin perder de vista que somos algo más que trabajadores.
Y es que para esta generación priman las emociones y el bienestar por encima del salario o el liderazgo. Por supuesto, todo importa pero los nuevos trabajadores se basan más en un entorno cómodo y flexible para progresar.
Pero quizás donde hacen más hincapié estos nuevos trabajadores es en la tecnología. Prácticamente nativos digitales, en muchos casos, los Millennials buscan que los negocios sean participes de la revolución 4.0 que se está dando. Para ello, la tecnología es la base fundamental sin la que no ven futuro posible.
El relevo generacional que poco a poco se va dando motiva cambios que ya se notan. En muchas compañías estos empleados ya han entrado y la revolución ya ha comenzado. Startups que se van comiendo a grandes entidades o con compañías que se han remodelado tanto que ya nadie se acuerda de sus orígenes o antiguas filosofías. Los ejemplos se cuenta por cientos: Uber, Cabify o Deliveroo son fruto de la nueva economía colaborativa mientras que gigantes como Amazon o Microsoft se sitúan en el lado de la «vieja guardia» transformada.
Un nuevo panorama donde el partner TI tradicional tiene una cabida cada vez más limitada. Pensar en el futuro es plantearse la venta de servicios como la base de las empresas, especializarse en nichos de acción y aportar un valor diferencial. Todo ello basándose en procesos ágiles y una mentalidad abierta para encontrar negocio haya donde antes ni se nos habría ocurrido.
El partner TI tradicional cada vez tiene una cabida más limitada
Y llegamos al punto que más nos interesa como partners tecnológicos dentro de un negocio o responsables de uno: ¿cómo afecta este cambio cultural en las empresas al canal TI?
Afecta de lleno. La generación Millennials tarde o temprano entrará en nuestra organización. Un aire fresco que le vendrá muy bien a un canal de distribución que, en ocasiones, se anquilosa en el negocio de pasado sin mirar a un futuro que ya nos está comiendo. Pero además adaptar nuestro negocio en los próximos años pasará por estar mejor preparados para los clientes.
Luchar contra esta revolución motivada por las nuevas generaciones solo es posible con un giro de timo. Continuar aportando lo mismo que hace 10 años ya no funciona, y mucho menos en tecnología. Sentarse y dar una vuelta a este nuevo panorama es el trabajo más complicado y realista que puede hacer cualquier vendedor tecnológico. A partir de ahí, atender a la transformación y actuar en consecuencia será el siguiente paso.
Imagen | Austin Distel