La desaceleración generalizada del mercado smartphone también se deja sentir en la región EMEA, con más fuerza si cabe. Según los últimos datos para el primer trimestre de IDC, la bajada fue del 3,3% lo que se tradujo en unas ventas de 83,7 millones de smartphones.
Lo más grave de este panorama es la caída del valor comercial. Este descendió un 10% respecto al mismo periodo de 2018 lo que hizo que se generarán 26.780 millones de dólares. La caída más potente en precios medios de la región se dio en Europa Occidental. Mientras, la zona central y oriente de Europa mantuvo más de la mitad del precio medio.
Las diferencias territoriales son notables en esta región. En África, por ejemplo, dos terceras partes de los móviles enviados fueron terminales funcionales. Esto supone unas ventas de 45,9 millones de unidades durante este primer trimestre. En cambio, en Europa prácticamente todo el parque es inteligente.
La situación no es una noticia para los consultores. A este respecto Marta Pinto, directora de investigación para IDC EMEA apuntaba:
El mercado ha estado cambiando en los últimos trimestre de una forma predictiva. Los envíos se han ralentizado a medida que los consumidores aguantaban más con sus dispositivos».
Y las previsiones para este año apuntan a un año de caídas globales. Concretamente, Canalys cifra el descenso en un 3,1% para 2019 con 1.350 millones de unidades enviadas. Una bajada que, sobre todo, se notará en los precios medios debido a la fuerte competencia en la gama de entrada y media.
La consolidación del mercado smartphone es una hecho en la región que se palpa, sobre todo, en los territorios más maduros. Esta situación del segmento invita a pensar en nuevas oportunidades de negocio que traerán las redes 5G, por ejemplo, en los próximos años. Una adopción que, según los analistas, será más lenta que la del 4G pero que traerá consigo importantes ventanas comerciales que explotar.
Imagen | Christian Widell