HPE ProLiant Gen11: por qué puede ser el servidor que necesitan tus clientes

La digitalización ha traído muchos beneficios para las empresas, pero también muchos retos. Entre ellos el de almacenar datos y más datos en un servidor para conseguir agilizar procesos, potenciar la colaboración, y mejorar la toma de decisiones. Un desafió donde se puede contar con HPE ProLiant 11 con AMD.

Aunque podemos pensar que todos los servidores son «hierro» y ya, las diferencias entre unos y otros pueden marcar el éxito o fracaso de un proyecto de transformación digital. De hecho, los servidores HPE ProLiant son una de las propuestas más sólidas y fiables del mercado. Ahora veremos por qué.

Desde sus ya muy lejanos orígenes en Compaq, que fue adquirida por HP allá por 2002, cada nueva generación ha supuesto un importante salto cualitativo, en una muestra del compromiso de HPE con las empresas que necesitan su propia infraestructura de servidores, y que necesitan que estos se adapten al milímetro a sus necesidades.

Su evolución ha llegado a nuestros días con la familia HPE ProLiant Gen11 con AMD que propone una serie de ventajas claras:

  • Rendimiento optimizado para cargas de trabajo: preparado para soportar diferentes niveles de información y conseguir gran nivel de eficiencia.
  • Experiencia optimizada: simplifica la gestión para que se pueda controlar la información de forma ágil.
  • Seguridad de confianza: protección de la infraestructura de extremo a extremo
  • Servicios añadidos de valor: plataformas para convertir los datos en valor como HPE GreenLake con un sinfín de herramientas adicionales.

Además, los servidores HPE ProLiant Gen11 cuentan con el aval de otras referencias tecnológicas como AMD que incorporan su tecnología de vanguardia en la infraestructura para poder garantizar estas ventajas. En este sentido, puedes ampliar toda la información en el documento técnico que te ofrecemos con datos más técnicos sobre los modelos, casos de uso, ventajas y funcionalidades.

Servidor propio, ¿es necesario?

Son muchas las razones por las que una organización puede necesitar desplegar su propia estructura de servidores, como custodia de datos, creación de una infraestructura de nube híbrida, establecer un sistema redundante para garantizar la disponibilidad y más.

Y es que, no nos engañemos, solo una infraestructura propia nos garantiza un 100% de control sobre la misma, algo que puede marcar la diferencia en multitud de contextos.

Además, un servidor propio puede ser la solución para garantizar la protección de los datos, la escalabilidad necesaria en ciertas circunstancias o la gestión de identidades tan importante para cierta información en los negocios.

Llegado el momento, elegir el servidor más adecuado a nuestras necesidades es una labor compleja, pues son muchos los factores que deben ser sopesados en esta decisión. Debemos valorar la carga de trabajo a la que estará sometido, el tipo de tareas que tendrá que llevar a cabo, si puede ser necesario escalar la infraestructura en el futuro, cómo se va a proteger y quién va a necesitar los datos que se almacenen…

Ahora bien, ¿cómo saber qué servidor necesita nuestros clientes? Esta duda es tremendamente común, especialmente en pymes que han crecido recientemente, o bien en empresas de todo tipo que se han regido hasta el momento por sistemas más tradicionales, pero que finalmente han decidido abordar la necesaria transformación digital. En tales casos, como partner, le podemos guiar sabiendo determinada información. Veamos cuál:

  • Número de usuarios: a medida que se incrementa la cantidad de personas que se conectan a nuestra infraestructura para desarrollar sus actividades diarias, nos acercamos más a un escenario en el que un servidor marcará una gran diferencia. Así, en el momento en el que ese número supere el 5, el portfolio de soluciones HPE ProLiant ya cuenta con soluciones que se adaptan a nuestras necesidades.
  • Colaboración de datos: el trabajo en equipo, ya sea en puestos de trabajo presenciales o en remoto es una realidad presente desde hace ya años. Así, si los trabajadores comparten documentos entre diferentes equipos, un servidor centraliza la creación y modificación de documentos, evitando de este modo el riesgo de que se generen diversas versiones del mismo, al tiempo que nos garantiza la total gobernanza sobre los mismos, algo imprescindible para cumplir las normas legales, como la GDPR y la LOPR.
  • Uso de programas de red: si ya hemos iniciado el proceso de transformación digital, es más que probable que estemos valorando el uso de soluciones para la gestión de nuestros clientes (CRM), aplicaciones en red de contabilidad, o incluso sistemas de gestión integral, como un ERP, un servidor nos proporcionará el entorno adecuado para su despliegue.
  • Necesidad de perfiles de usuarios: cada trabajador debe tener acceso solo a los recursos que le corresponden, pues lo contrario plantea una gran cantidad de problemas de seguridad. Con un servidor podremos establecer perfiles de usuario y políticas de uso para datos y dispositivos conectados a la red.

Estos son solo algunos de dichos elementos indicadores de que un servidor, como los que nos ofrece HPE con su amplia gama ProLiant Gen11 con procesadores AMD EPYC de 4ª generación, pero hay muchos más, y la lista de ventajas que te proporcionará contar con tu propia infraestructura de servidor es verdaderamente extensa. ¿Quieres ampliar esta información? Pues entonces no lo pienses más y descarga ya mismo nuestro documento técnico gratuito, no te arrepentirás.