El 40% del consumo de toda la energía de un centro de datos se lo lleva el aire acondicionado. Un aspecto crítico donde optimizar sus costes además de bueno para la empresa es un labor de sostenibilidad y eficiencia energética que agradecemos todos. El aumento significativo de la temperatura y la humedad puede conducir a la condensación dentro de los equipos de TI, causando daños graves, tiempos de inactividad prolongados y costos considerables en reparaciones. Un escenario extremo podría llevar incluso a incidentes críticos, como puede ser el caso de un incendio.
Según el Instituto Español de Estudios Estratégicos, los centros de datos de la Unión Europea representan el 2,7% de la demanda de electricidad, y se espera que esta cifra aumente al 3,1% para 2030. Por esta razón, se promueve la adopción de nuevas tecnologías de refrigeración y fuentes de energía renovable, así como la exploración de nuevas ubicaciones en regiones frías e incluso en algunas áreas submarinas para determinados proyectos.
Veamos que se está haciendo en estos momentos para mejorar la refrigeración de estos centros:
Mantener una temperatura uniforme en los equipos internos es fundamental. Para lograrlo, existen varios métodos de climatización adaptados a las emisiones térmicas de los equipos:
En la gestión de la temperatura y humedad en los centros de datos, los sistemas tradicionales de aire acondicionado se enfrentan a un reto crucial: la condensación resultante del proceso de enfriamiento del aire. Este fenómeno puede reducir drásticamente los niveles de humedad en el ambiente, un aspecto crítico para el óptimo desempeño de los equipos de TI. Para contrarrestar esta disminución, se recurre a la adición de humedad al aire acondicionado, garantizando así niveles adecuados de humedad relativa en el entorno del centro de procesamiento de datos (CPD). Esta práctica no solo protege los equipos de los daños por estática y la corrosión, sino que también asegura su rendimiento óptimo en condiciones ambientales controladas.
Sin embargo, el aumento de la humedad en el sistema de aire acondicionado de las salas introduce un desafío adicional. Este incremento supone un mayor requerimiento energético para mantener controladas la temperatura y humedad, disminuyendo ligeramente la capacidad de enfriamiento del sistema.
Para compensar esta carga térmica adicional, es imprescindible un diseño más robusto y potente, que maximice la eficiencia energética incorporando compresores de alta eficiencia, ventiladores de bajo consumo energético o sistemas de recuperación de calor del sistema de aire acondicionado. Además, la disposición meticulosa de conductos de aire, apostando por ejemplo por un sistema de falso suelo que permita la distribución uniforme de aire acondicionado es una estrategia a considerar.
Adentrándonos en la evolución tecnológica, la industria de centros de datos está explorando soluciones innovadoras de refrigeración, como el enfoque en sistemas de refrigeración líquida. Esta transición hacia la refrigeración líquida representa un salto significativo en términos de eficiencia.
En este tipo de sistemas se utilizan líquidos conductores de calor, como agua u otros refrigerantes, como medio para eliminar el calor generado por los equipos de TI. Este método aprovecha la alta capacidad de transferencia de calor de estos elementos, permitiendo una disipación más eficiente del calor que generan los servidores y otros dispositivos. En muchos casos, estos sistemas también son más amigables con el medio ambiente al reducir el uso de energía y las emisiones de carbono asociadas con la refrigeración. Por último, también merece la pena tener en cuenta que al permitir una disipación de calor más eficiente, los sistemas de refrigeración líquida pueden facilitar la gestión de una mayor densidad de potencia en los racks de servidores, lo que significa una capacidad para albergar más equipos en un espacio más reducido.
No obstante, este cambio implica una transformación en las infraestructuras existentes. Se necesitan ajustes considerables en la infraestructura, desde la instalación de sistemas de tuberías hasta la adaptación de conductos, para asegurar un funcionamiento eficiente de esta nueva tecnología de refrigeración. Si aún no se ha popularizado la puesta en marcha de este sistema se debe en gran parte a que la transición a sistemas de refrigeración líquida requiere una inversión sustancial en la modernización y actualización de las instalaciones para lograr una implementación exitosa, además de precisar nuevos equipos de TI que deben ser compatibles con este sistema de enfriamiento.
Los servidores HPE ProLiant Gen11 con procesadores AMD tienen características y capacidades que pueden desempeñar un papel significativo a la hora de mejorar la eficiencia energética de cualquier centro de datos. Algunas de las más interesantes son:
Eficiencia energética: Los servidores HPE ProLiant Gen11 incorpora un diseño eficiente en cuanto al consumo energético, lo que reduce la generación de calor y la carga térmica que deben manejar los sistemas de refrigeración en el CPD.
Diseño de hardware avanzado: Los servidores HPE ProLiant Gen11 incorporan ventiladores eficientes, sistemas de enfriamiento adaptativos y sensores integrados para monitorear la temperatura. Esto puede ayudar a mantener temperaturas estables y reducir la necesidad de enfriamiento externo.
Escalabilidad y flexibilidad: Los servidores HPE ProLiant Gen11 ofrecen opciones escalables que permiten adaptarse al crecimiento del CPD. Esta capacidad de escalar vertical u horizontalmente ayuda a mantener una infraestructura optimizada y adecuada para las necesidades cambiantes de procesamiento, lo que puede influir positivamente en la eficiencia del enfriamiento.
Gestión y Monitoreo: Las herramientas de gestión del hardware proporcionadas con los servidores HPE ProLiant Gen 11 permiten un monitoreo detallado de las condiciones internas del sistema. Esto permite ajustar la carga de trabajo y las configuraciones para optimizar la eficiencia energética y mantener un control preciso de la temperatura.