Muchos de los ultrabooks disponibles en el mercado integran una pequeña SSD junto con un disco duro como solución de almacenamiento. Esta tendencia que pretendía mantener los costes o rebajarlos, no ha conseguido impulsar las ventas. Este mal dato ha hecho que algunos fabricantes hayan decidido lanzar menos modelos de ultrabooks.
No obstante, no todo son malas noticias. La industria espera que para 2013 las SSD resurjan y reemplacen al disco duro tradicional. De hecho, Intel ha apostado por este hardware con la sucesiva rebaja del precio para fomentar su uso. Así, las unidades de estado sólido son la pieza clave para resucitar al Ultrabook.
Por otra parte, los esfuerzos de los desarrolladores que han intentando impulsar las ventas de SATA3 no han surtido mucho efecto. La demanda está siendo muy lenta y no termina de cuajar en el mercado de alta gama, empresas y aplicaciones para servidores.