Por debajo en edad de los usuarios Millennials, se encuentran aquellos que comienzan a entender el mercado pero todavía no son consumidores plenos. Se trata, tal y como los definen los americanos, la generación D: usuarios entre 15 y 23 años que representan el consumidor del futuro. Entender sus comportamientos nos ayudarán a esclarecer el próximo paso en el comercio.
Definido por Accenture como el importante y emergente segmento inversor, la generación D representa un grupo que, aunque todavía no sea independiente económicamente, ya comienza a buscar sus fórmulas para consumir. Y es ahí donde empiezan a demostrar qué necesitan y cómo lo quieren.
La principal característica de esta generación D es que la tecnología es innata a ellos. No significa esto que sean expertos en aplicaciones o manejos de dispositivo pero sí que consideran estos elementos una parte fundamental de sus vidas y se desenvuelven con más soltura que perfiles de usuario con más edad.
«Espero cinco segundos pero quito inmediatamente el anuncios» «A veces no espero ni cinco segundos». Con estas declaraciones de usuarios de la generación D, vemos que la paciencia no es una de sus virtudes. Estos están acostumbrados a recibir muchos mensajes, ser multitarea e ir de un lado a otro de forma rápida. Así necesitan que el «aquí y ahora» sea la máxima de las empresas.
Además, la publicidad ya no les afecta. El bombardeo de mensajes publicitarios ha llegado a tal punto que este perfil intenta esquivar los anuncios o cualquier contenido que parezca comercial. La visualización de contenidos sin anuncios en Internet, el zapping o los anuncios, para ellos, invisibles en las redes sociales son un ejemplo.
«Quiero escuchar la radio. Quiero ver una película. No quiero ser interrumpido con lo que me tienes que decir, no me interesará», explican los protagonistas.
De hecho, en algunos casos la animadversión a la publicidad llega más lejos. Muchos de la generación D demonizan este tipo de acciones y solo prestan atención cuando el contenido les aporta algún beneficio en forma de descuento, promoción o similar. El resto de acciones de branding o generación de demanda pasan inadvertidas o les causa rechazo.
Tener en cuenta las peculiaridades de la generación D es fundamental. Siendo el consumidor del futuro, debemos tenerlos muy presentes para actuar y sostener nuestro negocio en los próximos años. Mientras tanto, adaptarnos al nuevo cliente que está por llegar será esencial. Con esta nueva generación, las empresas tienen varios retos por delante:
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