LG vendió durante el tercer trimestre 16,8 millones de smartphones. Una cantidad que se queda muy lejos de los casi 80 millones de terminales Samsung o los 39 millones de iPhones de Apple. Aún así, son ventas más que aceptables para una marca que hasta no hace mucho -el año pasado- había estado en pérdidas en su línea móvil.
A nivel general, el fabricante reportó entre julio y septiembre unos beneficios de unos 346.000 millones de euros. Una cifra mucho mejor de la esperada por los analistas que refuerza el posicionamiento de la marca, no solo en la división móvil, sino también en otras áreas.
En este sentido, LG es número dos en televisores donde creció un 5,2% durante este período. Un sector donde LG ya anunció que quiere centrarse en la fabricación de pantallas de cristal líquido y televisores OLED dejando atrás los modelos de plasma.